Según el CJex la mitad de los jóvenes extremeños sufre riesgo de pobreza y/o exclusión social

Unos de cada dos jóvenes en Extremadura sufre riesgo de pobreza y/o exclusión social según el indicador AROPE, ha expuesto el Consejo de la Juventud de Extremadura.

 [Img #50709]Dicho organismo y Posmer han elaborado el ‘Estudio y Análisis de la pobreza juvenil en Extremadura’ para conocer la realidad y factores determinantes de dicha situación.

  

«El Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx) lleva ya meses denunciando el crecimiento de la vulnerabilidad y riesgo de pobreza y exclusión social sufrido por la población joven extremeña. Así lo indican las cifras ofrecidas al respecto en los últimos Observatorios de Emancipación Joven (OBJOVEM) del Consejo de la Juventud de España», ha destacado el CJEx.

 

ESTUDIO

  

El ‘Estudio y Análisis de la pobreza juvenil en Extremadura’ detalla la realidad de la juventud de los distintos municipios extremeños y su principal conclusión alcanzada está en que, para mantener el nivel de desarrollo territorial, social y económico, la región «necesita a sus jóvenes».

  

De este modo, en Extremadura hay 186.558 jóvenes, lo que supone el 17, por ciento de su población total y la «desertización extremeña es una realidad y está avanzando por el descenso de la población joven».

  

Así, un 85 por ciento de los municipios extremeños tienen menos de 500 habitantes de 15 a 29 años, mientras que sólo tres ciudades, Cáceres, Badajoz y Mérida, cuentan con más de 10.000 ciudadanos jóvenes.

  

Además, la región tiene unos valores «muy bajos respecto» a la población joven sobre la envejecida (de más de 65 años), alcanzando como máximo el 23 por ciento.

  

La pérdida de la juventud en Extremadura está reflejada también en la emigración, ya que de 2005 a 2015 más de 5.700 personas que se marcharon oficialmente en su etapa juvenil no han vuelto a Extremadura.

  

Todas las localidades tienen saldo migratorio negativo, siendo en la provincia de Cáceres casi diez0 veces mayor que en la de Badajoz (4.213 frente a 489 en la última década).

  

Asimismo, merecen especial atención por ser los más afectados por las circunstancias mencionadas Campillo de Deleitosa, Gargüera, Robledillo de Gata y Palomero.

  

En esta línea, el ‘Estudio y análisis de la pobreza juvenil en Extremadura’ arroja más datos sobre la disminución de la población joven extremeña, ya que indica que tales circunstancias, añadidas al «alto paro juvenil» y el abandono escolar o la «costosa financiación» de la educación superior y su «falta de garantías laborales», contribuyen al afianzamiento del régimen familiarista en Extremadura, es decir, a la dependencia de la juventud activa de sus familias.

  

«Lo alarmante es que la aceptación de tal síndrome consigue culpabilizar a las personas jóvenes por ello y exculpar a la población adulta. Esto conlleva el retraso de su autonomía y emancipación, motivada por la falta de recursos económicos para acceder a la vivienda o el empobrecimiento que implica irse de casa por carencia de políticas redistributivas similares a otros países de nuestro entorno», ha manifestado el CJEx.

  

Ante ello, el Consejo de la Juventud de Extremadura ha indicado que el aprovechamiento del parque de viviendas vacías de la región (103.405) eliminaría la dependencia residencial juvenil (191.033).

  

También, entre las actuales generaciones de padres e hijos se ha producido una ruptura relacional entre formación y nivel socioeconómico, toda vez que la generalización de estudios superiores no supone alcanzar el «status social» (como en el siglo XX).

  

«Por tanto no es de extrañar que la juventud extremeña se perciba a sí misma como una población precaria, vulnerable y en riesgo de exclusión por falta de oportunidades, además de empobrecida», ha apuntado el CJEx.

  

Además, se muestra consciente de sus «dificultades» para acometer sus planes de vida y futuro, de la «falta de compromiso institucional» para favorecer su tránsito a la etapa adulta y de los «inconvenientes reales» para ejercer efectivamente sus derechos.

  

«Un hecho que evidencia también su desafección por la política, en contraposición hacia su compromiso por la justicia social y la solidaridad mediante la expresión de su opinión, las actividades de voluntariado y/o de participación juvenil», según ha remarcado el Consejo de la Juventud de Extremadura.

  

Además, el CJEx ha indicado que una de las principales dificultades de este estudio está en la falta de datos estadísticos públicos, como ha señalado en ocasiones anteriores tras la publicación de las cifras mensuales del paro o de la EPA.

  

Como ha asegurado la directora del estudio, Eva María Flores, no se tiene una «estratificación crónica». Así, no existe información sobre aspectos clave, posiblemente por «desinterés político o porque no conviene disponer de datos desagregados por edades (como las relativas a edad y nivel municipal)».

  

«Tampoco hay estudios sobre juventud centrados en saber sus ideas y opiniones, o que se acerquen a conocer más sobre sus actuaciones y hábitos reales o que integren la participación de sus protagonistas», ha concluido.