Si el presidente de la Junta quiere, se pueden firmar ahora los mismos compromisos que existen con Valencia. El plazo para todos es el año 2010, así se explicaba el Ministro de Fomento Francisco Álvarez Casco, al concluir la reunión a la que me refiero más adelante, pero las cosas ¿han cambiado?
Ya está bien, que nos veamos obligados a repetir las mismas exigencias para conseguir lo que otras regiones ya tienen y que aquí se han venido aplazando por unas u otras razones. El 7-febrero- de 2001, era Ministro de Fomento Francisco Álvarez Casco que por cierto, tenía predicamento de eficacia afirmó en aquel momento en Badajoz que la construcción del corredor extremeño del “AVE” estaba garantizada, y se acondicionarían ya las líneas de alta velocidad nuevas para velocidades de más de 250 kilómetros por hora. “El AVE extremeño sería «mejor que el de Sevilla, por cuanto el material técnico ya poseía muchos avances desde que se construyó el que une Madrid con la capital andaluza”.
Tranquilizó el ánimo de quienes conocieron la noticia, los responsables políticos de entonces, el Alcalde de Badajoz, yo mismo como Alcalde de Cáceres y desde luego el Presidente Rodríguez Ibarra. Sin pecar de ingenuos, quisimos ver una luz para el interrogante que se venía planteando desde Extremadura acerca de la consecución de un tren de alta velocidad, que uniera Madrid con Badajoz, pasando por Cáceres. Creíamos que se daba el paso definitivo y se respondían a los interrogantes planteados.
El ministro de Fomento no quiso dar plazos sobre cuándo estaría listo el corredor de alta velocidad, por cuando todavía estaban haciéndose los estudios técnicos, pero aseguró que entraría en el Plan de Infraestructuras que concluía en 2010.
En cualquier caso, estamos en 2016, lo que cuento más arriba es rigurosamente cierto, pero aquí seguimos con un retraso notable, porque al parecer la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura empezó aparentemente en serio en el último mes de febrero último, iniciándose la instalación de vía entre Cáceres y Mérida, a lo que suman el arranque de los trabajos entre Mérida y Badajoz.
Adif firmó en junio de 2015 los contratos de instalación de vías de ambos tramos con Ferrovial Agromán, que resultó adjudicataria de los dos concursos, así como del servicio de renovación y adaptación de las estaciones de Cáceres, Mérida y Badajoz a la red de alta velocidad. Estas tres actuaciones tienen un presupuesto conjunto de 11,7 millones de euros.
Sin embargo, durante la segunda mitad del año citado no se avanzó nada, por lo que no se cumplió con el compromiso de poner en servicio el tren rápido entre Cáceres y Badajoz antes de que concluyera 2015.
El objetivo se cambió para contar con un transporte ferroviario competitivo (TAP), en espera del AVE, cuyas obras están ya al 65% de su ejecución El compromiso es que el tren de altas prestaciones rodara entre Plasencia y Badajoz antes del final de 2015,15 tramos se encuentran adjudicados, en ejecución o terminados, menos uno de 10,9 kilómetros en licitación
En Extremadura no se habla del AVE, sino del TAP. Las siglas corresponden al Tren de Altas Prestaciones que el Ministerio de Fomento, de acuerdo con el Gobierno de Extremadura, decidieron poner en marcha en la región antes del 31 de diciembre del 2015, a fin de contar lo más pronto posible con un transporte ferroviario competitivo.
Esto no es un lamento, es una realidad que se somete a cualquier última hora de hoy y que continuaré en una segunda parte de esta historia.