La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Extremadura ha previsto que en la campaña 2016/2017 de la vendimia se recolectarán unos 570 millones de kilos de uva en esta región, lo que supone un 3,5 por ciento más que en la anterior y un 5,1 por ciento superior a la media de las últimas cinco campañas.
El presidente de COAG Extremadura, Juan Moreno, ha estimado que dicha previsión de kilos de uva vendimiados «dará una producción de 4,2 millones de hectólitros de vino», al tiempo que ha aseverado que, con esta producción y el número de hectáreas, la producción estimada por hectárea sería de 6.800 kilogramos, en relación a lo cual ha lamentado que, con la misma, «un viticultor escasamente cubre costes».
De igual modo, Moreno ha explicado en rueda de prensa que las previsiones de la Coordinadora son que, de esta producción, un 25 por ciento se vendimiará de forma mecanizada y el resto de forma tradicional, para lo cual se precisará emplear unos 230.000 jornales, 10.000 más que el pasado año y distribuidos entre trabajadores asalariados y propietarios.
«Entendemos que no se generalizará la vendimia o la mayor parte de las variedades blancas pasado el 15 de septiembre tal y como está, con lo cual posiblemente en las zonas más tardías este año estemos vendimiando en algunas zonas hasta el 15 de octubre», ha sostenido Moreno, que ha confirmado que este año la vendimia viene con un retraso respecto al año anterior de entre 15 y 20 días.
ESTADO DE LA UVA
En su intervención, Juan Moreno ha concretado que este año se ha caracterizado por un invierno seco y una primavera lluviosa y que, con las lluvias, el viñedo ha sufrido ataques de los hongos mildiu y oidio, acerca de lo cual ha agregado que con las altas temperaturas ha sido posible su control, aunque con un alto coste de producción dados los tratamientos que ha sido necesario emplear para su control.
Por lo demás, la uva presenta un «estado óptimo» y podrá servir para hacer unos vinos «de calidad», a la vez que ha considerado que la climatología del mes de septiembre va a influir «mucho» en que la previsión de cosecha pueda ir al alza o a la baja en un porcentaje de en torno al 5 por ciento si hay «algo de lluvia y refrescan las temperaturas» o si éstas últimas son de 35 o 40 grados.
«A la uva lo que le viene mal es que vengan muchas lluvias consecutivas, que es cuando empieza ya a pudrirse y a atacar la podredumbre, el racimo ya pierde mucha calidad, pierde peso y pierde todo. Si llueve bien llovido, la uva como está sana recupera muchos kilos de peso», ha explicado, para añadir que las previsiones de COAG «siempre van al alza» y se suelen «quedar cortos» respecto la producción real y rechazar aquellas que apuntan a un descenso del 15 o del 20 por ciento de la producción.
RECOMENDACIÓN A LOS VITICULTORES
Moreno ha aprovechado la comparecencia para recomendar a los viticultores que trabajan con bodegas que «no entreguen ni un solo kilo de uvas sin un contrato firmado y con un precio» porque «están quedando fuera de la ley», en relación a lo cual ha detallado que, según la ley de la cadena agroalimentaria, «es obligatorio hacer un contrato con el precio» en el caso de «todos aquellos productores que entreguen a una bodega particular uvas por cantidad superior a 2.500 euros».
También ha afirmado que le da «envidia» que el Ministerio de Agricultura francés haya hecho una previsión de cosecha un 10 por ciento inferior al pasado año y ha lamentado que, en España, ni la administración autonómica ni la central hacen previsiones y que las «tienen que hacer» las organizaciones.
«Hay sectores en los que es fundamental que se hagan unas previsiones, previsiones fiables, porque mejores medios que tienen las administraciones para hacerlos no los tenemos las organizaciones, aunque sí quizás a lo mejor hablamos más con los agricultores de a pie», ha apostillado Moreno.
En esta línea, ha destacado la importancia de las «declaraciones de cosecha» de cara a que cada viticultor y bodega «declaren la producción real que ha recolectado» y saber qué vino se ha producido y «cómo se van a desarrollar los mercados».
Finalmente, ha apuntado que teme que la vendimia se «solape» con la aceituna de verdeo, que viene «adelantada», y ha lamentado en lo que a rentabilidad de la vendimia se refiere que «en muchas parcelas igual no se cubren los costes de producción», pero que podría «compensarse» a través de la calidad.