Denuncia de sacas ilegales de madera en Nuñomoral

  Si hace escasos días se aireaba en los medios de comunicación el grave atentado arqueológico perpetrado por la empresa Iberdrola contra el yacimiento calcolítico de “El Collau”, inmediato a la alquería jurdana de El Cerezal, de nuevo traemos otros episodios lamentables acaecidos en el mismo concejo.  Todo gira en torno a la saca de maderas de terrenos comunales y la adjudicación a una determinada empresa sin conocimiento del pleno municipal.

[Img #52441]Levantó la liebre sobre estos desafueros el concejal de la oposición socialista José Vicente Iglesias Segur, el cual, yendo con su vehículo el pasado 27 de junio por la carretera CC-55,2, observó cómo una serie de obreros sacaban madera del paraje conocido como “Cueva de la Zorra”, cerca de la casa forestal y de los depósitos de agua de Nuñomoral.  Al identificarse como concejal del Ayuntamiento, los obreros le dijeron que ellos se limitaban a sacar la madera talada, tras la compra maderera que la empresa había realizado al Consistorio, y que el encargado de los trabajos se llamaba Lucas.  Los hechos fueron puestos en conocimiento por parte de dicho concejal ante la Guardia Civil y Medio Ambiente.  Al día siguiente, 27 de junio, José Vicente Iglesias, junto con el concejal Andrés Domínguez Iglesias, presentaron un escrito en el citado Ayuntamiento, solicitando información  de la enajenación de madera en diversas parcelas del polígono Cuatro, afectadas por ciertas obras emprendidas por Iberdrola.  Hasta la fecha, no han recibido contestación.

 

DENUNCIA

 

     Siendo las 9,08 horas del pasado 5 de julio, José Vicente Iglesias compareció ante la Guardia Civil de Nuñomoral y puso la correspondiente denuncia.  Al cabo de un mes, concretamente el día 4 de agosto, el Juzgado 1A. Inst. E  Instrucción N 3 de Plasencia dictaba el auto 00314/2016, donde califica los hechos de delito leve y sin especificar, decretando el sobreseimiento provisional y el archivo de los mismos, por no resultar debidamente justificada la perpetración del delito.  El auto lo firma María Elena Pérez Sánchez, magistrada-juez del referido juzgado

 

     Ni que decir tiene, según hemos podido saber por las declaraciones de diferentes vecinos del concejo, que el fallo del juzgado placentino ha caído como un jarro de agua fría en la zona, coadyuvando, a tenor de lo oído, a aumentar la desconfianza que tiene el pueblo llano sobre el funcionamiento y disposiciones de la Justicia.  Algunos hablan de enjuagues, falta de separación de poderes y comportamientos caciquiles, como en las mejores épocas del franquismo.  Las sacas de madera producidas sin conocimiento del pleno municipal son pruebas contundentes y diáfanas, manifiestan muchos paisanos, que, a su vez, ven como una mano negra en estos oscuros negocios.  Nadie entiende el sobreseimiento y archivo de unos hechos claramente delictivos.

 

     Por otra parte, el concejal socialista manifiesta que el jefe de servicio de la Dirección General de Medio Ambiente, José Luis del Pozo, estaba al corriente de estas sacas ilegales de madera.  Pero, al parecer, ha mirado para otro lado, por aquello de que “hay que llevarse bien con los Ayuntamientos”.  Igualmente,  dicho concejal significa que, en un pleno municipal celebrado un miércoles en el Ayuntamiento de Nuñomoral, al que el grupo socialista califica de “ilegal” (se consensuó al principio de la legislatura que los plenos fuesen los jueves), se aprobó la creación de una comisión para los asuntos de las sacas de madera, de la que debería formar parte un concejal del PSOE, pero refieren que el PP abusando de su mayoría absoluta ha copado con sus concejales la mentada comisión.

 

     Hacemos constar que las sierras de Las Hurdes son en su práctica totalidad de propiedad comunal y no de propios o municipal.  Durante la oprobiosa dictadura franquista se creó el Patronato Forestal del Estado, usurpando todos los montes de la comarca, a fin de plantar en ellos más de 35.000 hectáreas de pinos y eucaliptos, destruyendo el bosque autóctono y arrumbando las fuentes de subsistencia de los jurdanos (ganado cabrío, apicultura, carboneo del brezo, “rózuh” de centeno…). En definitiva, pusieron coto al aprovechamiento integral y secular que los habitantes de la comarca habían hecho de sus montes, de los que eran parte consustancial.  Sin embargo, la titularidad comunal, que viene de tiempos inmemoriales, no ha sido ni podrá ser abolida mientras los jurdanos tengan arrestos para defenderla.