POR UN TREN DIGNO

Merecedor de algo, correspondiente, proporcionado al mérito o condición, de calidad aceptable, son las acepciones que la Real Academia de la Lengua Española atribuye al término “Digno”.

 

Alcanzar esos significados para nuestro tren, es la pretensión que persiguen,  tanto la Junta de Extremadura,  los agentes sociales y partidos políticos con representación parlamentaria en la Asamblea de Extremadura.

 

El sábado 22 de octubre en Badajoz se ha convocado una manifestación para exigir un Tren digno para Extremadura.

 

Esta convocatoria es una actuación más dentro de las llevadas a cabo en este ámbito, cuyo punto de partida es la Declaración para la Concertación Social suscrita el 14 de octubre de 2015 entre la Junta de Extremadura, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), los sindicatos UGT y CCOO, como propósito compartido para definir pautas que afiancen la recuperación de la economía y la creación de empleo digno, en un marco de cohesión social y territorial.

 

A mayor abundamiento, la Asamblea de Extremadura aprobó el 22 de octubre de 2015, por unanimidad de todos los grupos con representación parlamentaria, una propuesta de impulso instando a la Junta de Extremadura a firmar un Pacto por el Ferrocarril con los principales agentes económicos y sociales de la Comunidad para reivindicar conjuntamente ante los organismos competentes una radical mejora en la degradada red ferroviaria regional.

 

Por todo ello, la Junta de Extremadura, la Confederación Empresarial Extremeña, UGT Extremadura y CCOO Extremadura suscribieron el  PACTO POR EL FERROCARRIL EN EXTREMADURA

 

Un documento reivindicativo cuyos objetivos son alcanzar un transporte colectivo, digno, sostenible, ecológico y similar en calidad y prestaciones al de cualquier otro territorio de nuestro entorno.

 

El tren siempre ha sido un factor de desarrollo económico, social, cultural para nuestros pueblos. Además para mí, siempre fue un elemento emocional, crecí en mis primeros años de vida a escasos cien metros de la estación de ferrocarril de Cáceres, mis primeros pasos y, por ende, mis primeras caídas, las sufrí en el parque y arcén de la estación. De los primeros ruidos que escuché fue el “chachachá del tren” y de los primeros olores, el inconfundible olor característico de las locomotoras.

 

Hoy en día, suelo acudir a menudo junto con mi hijo, a la estación de la que tantos recuerdos anhelo. Trenes dignos circulando por esas vías la convertirían en un paraje ya de por sí especial para mí.

 

Conseguir las pretensiones de un tren digno sería importante desde el punto de vista económico, territorial, social, cultural, y también emocional.

 

Estoy convencido que con la colaboración de todos y todas se conseguirá el objetivo.

 

Invito a todos y todas a acudir a la manifestación del 22 de octubre.

 

Y trasladar mis más sinceras felicitaciones a las organizaciones convocantes (CRREX, UGT Y CCOO), al Presidente de la Junta de Extremadura, a los partidos políticos con representación en la Asamblea de Extremadura, al Gabinete de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, al Director de Transportes de la citada Consejería, Pepe González , al Director General  de Infraestructuras, José Luis Andrade, pero sobre todo, felicitar a todos y cada uno de los extremeños/as para alcanzar la dignidad ferroviaria en el ámbito territorial de Extremadura.