El 15 de noviembre de 2014, Mérida era designada Capìtal Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2016. A partir de esa fecha histórica, comenzó a fraguarse un amplio programa de actividades para dar realce a tal efemérides, que obviamente culminan en este año 2016, situando a la capital autonómica extremeña en lo más granado de la gastronomía internacional.
Más de 2.000 años desde su fundación Inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1993, Mérida es un auténtico museo al aire libre que no solo conserva restos arqueológicos de su esplendor romano, sino que también presume de otros vestigios de origen visigodo y árabe. De su pasado imperial aún resisten intramuros multitud de restos arqueológicos. Entre ellos, el más conocido quizá sea su teatro que, con una capacidad para 6.000 personas, acogerá este verano la sexuagésima segunda edición del Festival Internacional de Teatro Clásico. A tan solo unos metros de distancia, compite en grandiosidad el anfiteatro. Más allá, su puente romano, el hipódromo, el pórtico del foro, la casa del Mitreo, el denominado arco de Trajano, el mal llamado Templo de Diana o, a unos 20 kilómetros de la ciudad, las termas de Alange. Mérida es lo más parecido a una cápsula del tiempo. La ciudad también cuenta con importantes vestigios visigodos, islámicos y bajomedievales. No en vano, allí se alzó la primera alcazaba musulmana de la Península, allá por el año 835.
Dicho lo cual, Mérida se está empapando de sabores y aromas culinarios con un programa de actos muy suculento que tendrá uno de sus hitos en FIBEGA, Feria Iberoamericana de Gastronomía. Mérida 2016, a finales de noviembre, todo ello con la oportunidad de dar a conocer una de las ciudades más patrimoniales del paisaje ibérico.
La riqueza de su gastronomía es evidente ya que está en un punto neurálgico de Extremadura donde convergen y se disfrutan los ibéricos puros y alimentados con bellota, quesos inigualables como la torta del Casar, fértil huerta con el tomate y la cereza como principales motores, vino, miel, carnes…Y además, es que en Mérida se come muy bien, siendo su oferta una de las más atractivas del país, como se puede comprobar en lugares como El Lebrel, A de Arco, La Carbonería, Rex Numitor, Sagasta 9 o el peculiar Nico Jiménez, Récord Guiness de cortadroes de jamón, con uan simbiosis de arte y cultura gastronómica inigualables.
En el conjunto de actividades en la capital extremeña, se ha involucrado especialmente a hoteles, restaurantes, bares y cafeterías de la ciudad para atraer a miles de turistas, tanto nacionales como internacionales.
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La Junta de Extremadura, a través de la Dirección general de Turismo y el Ayuntamiento de Mérida, en colaboración con los profesionales del sector privado, desarrollan un programa con menús tematizados, maridajes de productos extremeños y americanos, a lo que se le san sumado talleres de cocina, catas de vino y cerveza artesana o conferencias, entre otros.