El Ayuntamiento de Cáceres ha firmado este lunes la adhesión a la Declaración de París, un acuerdo internacional fechado en 2014 y rubricado por ciudades de todo el mundo que se comprometen a sentar las bases para poner fin a la epidemia del SIDA antes del año 2030. Con este gesto, la capital cacereña se convierte en la primera localidad extremeña en comprometerse con este objetivo.
Para ello se va a crear un grupo de trabajo entre técnicos municipales y responsables del Comité Antisida de Extremadura (CAEX), entidad que ha promovido esta adhesión, para diseñar una estrategia conjunta de acciones cuyo objetivo final es evitar casi 28 millones de nuevas infecciones en todo el mundo, según ha recordado tras la firma del acuerdo, el presidente del CAEX, Santiago Pérez que ha comparecido en rueda de prensa este lunes junto a la alcaldesa de la capital cacereña, Elena Nevado.
Nevado ha explicado que el grupo de trabajo que se creará en el seno del Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS), incidirá, sobre todo, en la población juvenil a través de acciones conjuntas con el Instituto Municipal de Juventud (IMJ) ya que «los jóvenes han olvidado un poco los riesgos de contagio de la enfermedad y hay que seguir incidiendo en ello», subrayó.
La regidora cacereña ha mostrado el «compromiso firme» de la ciudad para trabajar en medidas que aceleren una respuesta al SIDA ya que la firma de esta adhesión, que ha sido ratificada en el Pleno municipal, supone poner en marcha una línea de trabajo para frenar la enfermedad. El grupo de trabajo analizará ahora qué medidas se diseñarán.
La Declaración de París ha sido suscrita por 42 países, incluido España, y posteriormente se han venido sumando otras ciudades españolas como A Coruña, Barcelona, Fuenlabrada, Madrid, Málaga, Sabadell, San Sebastián, Sevilla, Teruel, Torremolinos o Zaragoza. Una lista que abre en Extremadura la ciudad de Cáceres.
Según ha explicado Pérez, esta propuesta plantea alcanzar la conocida estrategia 90-90-90 impulsada por ONUSIDA, que pretende asegurar que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90% de las personas diagnosticadas estén en tratamiento, y la supresión de la carga viral del 90% de quienes reciben tratamiento.
Con esta firma de actas, el Ayuntamiento de Cáceres adopta entre otros compromisos, liderar acciones encaminadas a construir y acelerar las estrategias locales en materia de VIH; movilizar recursos, como la puesta en marcha de un grupo de trabajo integrado por miembros tanto del ayuntamiento como del CAEX para lograr una mejor integración de salud pública y desarrollo.
Además, también se busca usar la respuesta al SIDA como catalizador para una transformación social positiva; abordar las causas de riesgo, vulnerabilidad y transmisión con especial atención a las personas marginadas y vulnerables; situar a las personas en el centro de todo las acciones y como consecuencia de todo ello, poner fin a la epidemia del sida para el año 2030.
Según ONUSIDA, además de reducir el número anual de nuevas infecciones por el VIH en más de un 75% (hasta 500.000) para 2020, se persigue alcanzar la cerodiscriminación.
Pérez ha recordado que la infección por VIH y el SIDA siguen siendo «uno de los problemas más graves» de salud pública que hay en el mundo, pero parece que se comienza a hablar con bastante convencimiento de una posible solución a la infección por VIH, para lo que también hace falta «mayor implicación de todos».
Así, es necesario que la comunidad internacional intensifique su cooperación en la investigación, el desarrollo de vacunas y los medicamentos antiretrovirales que mejoren la situación de las personas que viven con VIH. Igualmente, las instituciones médicas y farmacéuticas deben asumir sus responsabilidades sociales y realizar esfuerzos reales por disminuir los costos de los tratamientos y medicamentos contra el VIH-SIDA, para que todas las personas que los necesiten puedan tener acceso a un tratamiento eficaz.
INCIDENCIA EN EXTREMADURA
La progresión de la infección por VIH hacia la enfermedad del SIDA se está controlando con tratamientos antirretrovirales, lo cual ha hecho que la incidencia de la enfermedad en Extremadura haya descendido considerablemente desde el año 1996, al igual que en el resto de España.
Atendiendo a datos facilitados por la Red de Vigilancia Epidemiológica de Extremadura, entre el 2003 y el 2015 se han notificado 536 nuevas infecciones por VIH, de las que el 50% se han conocido en los últimos seis años; el número de nuevas infecciones muestra una línea ascendente en los últimos años, principalmente en hombres, si bien en 2014 y 2015 se puede apreciar un descenso del número de casos.
Asimismo, casi el 19% de los casos se diagnosticaron directamente como SIDA, por lo que es muy importante potenciar el diagnostico precoz.