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prueba alfa romeo

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PRUEBA ALFA ROMEO GIULIA SUPER 2.2 180 CV, DIESEL, MANUAL.

 

Un alemán a la italiana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me lo he pasado genial probando este coche. Tenía muchísimas ganas de conducir el nuevo Giulia principalmente porque es un coche de propulsión (mal llamada tracción trasera), y necesitaba experimentar las sensaciones de la deportividad de un Alfa empujado por las ruedas posteriores. Ha sido totalmente satisfactorio.

 

Alfa Romeo sigue lastrando en nuestro país la mala fama de aquellos 33 y 55 que tuvo en el mercado. Y sí, esos modelos tenían muchas averías pero cuando no las tenían eran de los más deportivos del mercado. Los italianos han sabido respetar esas buenas sensaciones y han mejorado notablemente la fiabilidad de sus coches, pero en esta España nuestra somos más papistas que el Papa y en el bar de la esquina de turno, sigue habiendo algún sabiondo hablando mal de la marca italiana, sin saber, por ejemplo, que fueron partícipes del inicio del Common Rail junto a BMW o que han sido campeones de Fórmula 1. Qué sabrán ellos.

 

Lo cierto es que cada producto nuevo que lanza al mercado Alfa Romeo es excelente y encierra diseño, fiabilidad y deportividad.

 

Pero pasemos a leer lo que nos brinda este excelente Alfa.

 

 

POR FUERA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bonito es muy bonito, pero ¿qué Alfa no lo es? Otro acierto de diseño de los italianos. Elegante y deportivo a la vez. Otra línea atemporal. Pasarán 20 años y seguirá siendo precioso. La parte delantera es muy deportiva y la trasera se integra perfectamente en el diseño del coche. Puedes ir con él a un hotel de cinco estrellas o a una concentración deportiva y no quedarás mal en ningún sitio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POR DENTRO.

 

El interior transmite muchísima calidad. Esta variante denominada Super, viene equipada con asientos de cuero, los cuales recogen perfectamente el cuerpo. Los plásticos del salpicadero son excelentes. Los remates metálicos son perfectos. Para mi gusto es demasiado alemán. Menos mal que el diseño de la pantalla de información y navegación se integra en el frontal del coche con algo de pasión mediterránea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El volante, achatado en su parte inferior, tiene el diámetro justo para manejarlo con rapidez o para grandes desplazamientos por autopista, y el cuero del mismo es de un tacto superior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la parte trasera viajan mejor dos que tres por espacio y por el túnel de transmisión. Tiene el mismo problema que Mercedes o BMW. Es lo que pasa por disfrutar de la propulsión. Efectividad y diversión a costa de espacio.

 

Este no es un coche familiar. Si tienes niños con silla de paseo o haces viajes a menudo muy cargado de bultos, olvídate. El maletero es pequeño. No es que no quepan cosas, es que caben maletas y punto. Viajes de fin de semana de tres o cuatro personas y situaciones parecidas.

 

La posición de conducción es muy deportiva. Te sientas muy cerca del suelo. Incluso más que en un serie 3. Pero tiene todo tipo de regulaciones de posición para que encuentres la que mas se ajuste a ti. Eso sí, siempre bajo.

 

 

AL VOLANTE.

 

Aprieto el botón de arranque (situado en la parte baja izquierda del volante, a la altura del pulgar. Un acierto) y los relojes del velocímetro y cuenta vueltas hacen un giro completo como en un moto deportiva.

El embrague es una delicia. Ni duro ni blando. Perfecto. La caja de cambios sí es dura. Las marchas entran en dos golpes secos y tienen recorridos cortos. Personalmente me gusta pero puede que no a todos los conductores. Si colocas el asiento en posición baja, la palanca de cambio queda un poco alta pero está en un buen sitio.

A baja temperatura el motor suena algo a diesel. Todo se arregla al subir los grados del mismo.

La circulación por cuidad es buena. El coche no da tirones y es dócil. La dirección es soberbia y al ser un propulsión gira mucho. El sistema de start & stop es normal. No vibra mucho y lo hace rápido.

 

Salgo de la ciudad y me dirijo a carretera convencional. Voy engranando marchas y me voy dando cuenta del potencial del Giulia. Es imposible meter la sexta. Para hacerlo y llevar el coche a un régimen de vueltas lógico arriesgas a te quiten el carné de conducir. Enlazo curvas y empieza lo divertido. El Alfa no se mueve nada y la seguridad que transmite es asombrosa. A mitad de curva lo acelero y salgo disparado a la siguiente. Espectacular. ¡Viva la propulsión! Y como frena de bien. El tacto es un poquito esponjoso pero si le exiges un poco al pedal, el coche se detiene con firmeza. Intento trasladar las sensaciones a la caja automática de 9 velocidades pero no puedo. Noto que la dirección se ha endurecido lo suficiente y que es extraordinaria. Con un leve toque al volante el Alfa se dirige hacia donde apuntan los puños sin protestar lo más mínimo.

 

Empiezo a enredar con los mandos de la pantalla. Hay de todo. Navegador, configuraciones de todo tipo. Muy a la moda, con la pantalla en el frontal y otra a color entre los relojes. De repente me doy cuenta del mando DNA al lado del de manejo general. Todavía no había puesto el Giulia en modo deportivo. Sonrío… Lo pruebo un momento y alucino. ¡Qué cochazo! Y os aseguro que conduzco muchos. Este es de los buenos. De los que te levantas por la mañana y estás deseando tener que viajar para montarte en él. Maravilloso. Desde las 1.500 vueltas, sube hasta las 4.000 sin rechistar. El motor suena muy bien. Bronco y sport a la vez. Hay potencia y par de sobra en cualquier situación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Salgo de la carretera normal y me incorporo a una autovía. Lo hago despacio para apretar todas las subidas de marchas de nuevo. Glorioso. El compromiso de la suspensión es muy bueno. Tirando a duras pero no en exceso. Perfectas. A 120 km/h el Alfa no hace ruido. Ni de rodadura. Es de esos coches que parece que va mucho más despacio de lo que circula en realidad. Por poner algún pero se lo daría al corto recorrido del acelerador. Enseguida llegas al “botón del pánico”. Pero una vez que te acostumbras todo va muy bien.

 

 

PRECIO.

 

Todo lo que os he contado cuesta dinero. Este modelo lleno de extras se vende por unos 39.500€. Entra de lleno a competir en un sector dificilísimo en España por calidad y precio. Muchos dirán que prefieren un BMW serie 3 o un Mercedes clase C, modelos muy apreciados en nuestro mercado (merecidamente). Os aseguro que yo no. Puestos a elegir, me quedo con el Alfa Romeo Giulia. Es igual o mejor y mucho más bonito.

 


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