
Uno de los principios que se han arraigado en la moderna sociedad es el de la igualdad de todos los seres humanos. Tenemos presente el artículo 14 de nuestra Constitución que prohíbe cualquier discriminación. En la actualidad se ha desarrollado una especial sensibilidad contra los malos tratos a los más débiles, incluyendo la crueldad de la ablación genital que se aplica a las niñas, y es un auténtico mal trato obligar a trabajar a menores de edad, indefensos ante la explotación, aunque en la práctica no se advierte la intención de acabar con tales abusos.
Hay que acabar con todos los tormentos pero los que se infligen a los niños pueden considerase de lesa humanidad. Toda manifestación a favor de la desaparición de este mal trato debe ser bienvenida.Esperemos que sirva.






