maltrato infantil

AGRESIONES  A NIÑOS, UNA CRUELDAD QUE HAY QUE ERRADICAR

OPINIÓNPeriodismo humano
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Una nueva terrible noticia. Una niña de dos años ha sido agredida supuestamente por su madre y padrastro de forma inicua hasta la muerte. Lo más estremecedor que nos hacer clamar contra la indefensión es que  los supuestos culpables habían sido denunciados con la pérdida de sus 4 hijos que se reincorporaron al clan familiar por decisión judicial, según se expone en los medios de comunicación, sin hacer un seguimiento. La noticia señala que  la pequeña se encontraba con graves ataques en todo su  cuerpo, con un ensañamiento tan espantoso que  los agresores  han conseguido su dañino propósito, la muerte de su hija. Nadie sabe lo que habrá tenido que padecer la niña hasta el final.

Tenemos muchas leyes  que exigen y  promueven la igualdad de todos los ciudadanos. Son las Cartas Magnas de  los países civilizados, La Declaración Universal de los Derechos Humanos, a las que hay que añadir  el Tratado de Roma y toda la extensa legislación de la Unión Europea, Reglamentos, Directivas, disposiciones administrativas. Se está estudiando una Ley de la infancia pero  lo que se debe hacer es aplicar la normativa existente  y sobre todo promover  la educación, que penetre en el tejido social la convicción de  que todos los seres humanos tienen el derecho  a su liberad y exigencia de buen trato, criterios que defiende la moderna sociología  pero la realidad es que cientos de menores son víctimas de esos ataques tremendos  que producen lesiones, en el supuesto de que conserven la vida, no solo físicas sino psicológicas que perduran en el tiempo

Nos invade un escepticismo al analizar lo débiles que resultan algunos sistemas de prevención, como las órdenes de alejamiento o la retirada de la custodia en caso de padre o tutores. Cuando una persona está amenazada y tiene al enemigo en su casa o alrededores  lo importante es que se le otorgue protección rigurosa, no una pulsera que identifique al agresor o la pérdida de la custodia. Se dice que es muy costoso, pero lo es mucho más la pérdida de una vida humana y la situación  de tantos menores que tienen que sufrir los malos tratos el resto de su vida sin un apoyo, sin una caricia y el recuerdo terrible de un progenitor tan perverso que les procura una vida llena de sufrimientos.

No es suficiente con unos minutos de silencio ante los ayuntamientos o ante las casas de la tragedia, ni reportajes en los medios de comunicación con entrevistas a vecinos o amistades. Hay que reaccionar. Todos tenemos que colaborar para que no se produzcan estos hechos: los poderes públicos, los Inspectores, policías, los vecinos que presencian o conocen escenas de terror,  tienen la obligación de pedir la protección de la persona amenazada de forma efectiva.

En tiempos pasados, no tan lejanos se ha considerado como algo normal la inferioridad, la escasa importancia de los niños. Aún se recuerda que “la letra con sangre entra” y lo cierto es que  a pesar todas las leyes, el respeto al ser humano y en concreto a los niños, es frágil y se ataca sin apenas consecuencias. Hay que exigir una protección total a los que estén amenazados.

El Código Penal castiga con rigor los malos tratos en cualquier situación y especialmente los que reciben los niños .Debe conseguirse el respeto y valores sociales que procuran  la convivencia para alcanzar  el Universo moral, un  ideal que han señalado importantes filósofos contemporáneos y hasta que eso se consiga, proteger con todas las fuerzas existentes a las personas amenazadas que, como sabemos,  con este reciente ataque tan cruel, termina con la tortura y muerte de   niños indefensos, que nunca entenderán la actuación de sus padres y ha producido enorme consternación en toda la sociedad.

 


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