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El aprovechamiento coordinado de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano -portuguesas, está regulado por el Convenio de Albufeira redactado en 1998 y publicado el año 2000 en el BOE de fecha 12 de febrero. Este convenio fue revisado en el año 2008 y publicadas las modificaciones introducidas en el BOE de 16 enero de 2010.

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Río Tajo en su fluir hacia Portugal desde Extremadura.

Voy a referirme a los problemas surgidos en la parte lusa de la cuenca del Tajo que, según informaciones, que en mi opinión son sensacionalistas, publicadas en algún medio español, se resumen en que “España está arruinando a la región más pobre de Portugal, a causa de la gestión del agua”.

Analicemos con algún detalle la cuestión.

El Convenio de Albufeira establece que en situaciones normales España tiene que asegurar el suministro anual de 2.700 Hm3 de agua a Portugal. Además se fijan en la modificación del Convenio de 2008 una serie de volúmenes parciales que se resumen así:

 

 

En la sección de aguas abajo del Salto de Cedillo:

  1. i) Caudal integral anual: 2.700 hm3.
  1. ii) Caudal integral trimestral:

1 de octubre a 31 de diciembre: 295 hm3.

1 de enero a 31 de marzo: 350 hm3.

1 de abril a 30 de junio: 220 hm3.

1 de julio a 30 de septiembre: 130 hm3.

iii) Caudal integral semanal: 7 hm3.

La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), el organismo de cuenca que gestiona la aplicación de este convenio desde España, asegura que ha cumplido en todos sus términos lo establecido en el mismo. Si esto es así Portugal tendría poco que decir sobre el tema ya que está claramente regulado en el Convenio de Albufeira. En todo caso existe una Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC) en cuyo seno se tratan los problemas de aplicación del mismo que se puedan suscitar.

Pero para analizar con rigor la problemática que actualmente se da, hay que considerar que nos encontramos ante una situación de inicio de sequía en la cuenca, la cual lleva a que los embalses españoles se encuentren con porcentajes de almacenamiento muy bajos. Como dato para constatar el período seco que vivimos, en la estación agrometeorológica de la red REDAREX ubicada en Coria (Cáceres) en la cuenca del Tajo, el año hidrológico 18-19 ha llovido un 35,8 % menos que el año hidrológico 17-18 que también tuvo períodos secos.

Con la falta de agua provocada por la sequía incipiente – cuando existe normalidad y abundancia de agua no hay ningún problema porque a Portugal pasa mucha más agua que la que fija el Convenio de Albufeira – empiezan a surgir situaciones complicadas que afectan a todos: españoles y portugueses. Como ejemplo en la zona regable del Borbollón en Extremadura esta campaña de riegos sólo se ha podido regar el 70 % de la superficie con los consiguientes perjuicios para los regantes.

Iberdrola con conocimiento de la CHT para cumplir con el Convenio de Albufeira, ha tenido que desembalsar desde Valdecañas, de modo que su lámina ha quedado por debajo de la cota desde donde se bombea a la zona regable de Peraleda de la Mata. La Junta de Extremadura para solucionar el problema y no tener que cortar el riego esta campaña, ha tenido que llevar a cabo una obra de emergencia que ha conllevado los correspondientes gastos de ejecución.

De igual modo el embalse de Alcántara (José María de Oriol) no puede bajar su lámina de una cota prefijada, creo que es la 192, porque se vería impedido el bombeo para abastecimiento de agua a Cáceres y su entorno, el cual concierne a unos 100.000 habitantes. El embalse del Guadiloba que cuenta con un nivel muy reducido de recursos no puede hacer frente él solo al abastecimiento cacereño, por lo que se necesita bombear desde la cola del embalse de Alcántara.

Asimismo el barco turístico español que desde Cedillo hace un recorrido por el río Tajo ha tenido que suspender sus actividades por la falta de agua, con las consiguientes pérdidas.

Al fondo de este escenario se levanta impertérrito el despropósito del trasvase Tajo – Segura, obra que afecta negativamente a Castilla La Mancha, Madrid, Extremadura y en consecuencia también a Portugal. Entre Mayo y Octubre ambos meses inclusive se han derivado 115,3 Hm3 a Levante desde la cabecera del Tajo (sistema Entrepeñas – Buendía).

No tengo duda alguna de que este cuantioso trasvase se habrá hecho dentro de la legalidad de la explotación del mismo. Siendo así no hay nada que objetar pues a Murcia no se le puede privar de buenas a primeras de este recurso externo si se cumplen las reglas del trasvase.

Si el envío de agua a Levante de estos últimos meses no se hubiera materializado, probablemente no estaríamos hablando en este momento de problemas en Portugal ni en Extremadura. Pero es lo que hay. No se puede impedir un trasvase que es legal hoy día.

En resumen que la situación tan negativa que se da en la cuenca del Tajo, afecta a toda ella, tanto a la parte española como a la portuguesa. Pero la principal culpable de la situación actual es la sequía y en segundo lugar el trasvase Tajo – Segura obra que nunca se debió construir por los perjuicios que está causando a la cuenca del Tajo. Pero ya no tiene remedio. Salvo que se tomase el acuerdo de clausurarlo. Pero esa es otra historia.

Y es que cuando no hay harina (agua) todo es mohína (perjuicios y enfados). Pero los daños son para todos para Portugal y para España. Y bien que lo siento por los amigos portugueses. Pero es la climatología la principal culpable.

Y los titulares estrambóticos y catastrofistas de algunos medios, por desgracia españoles, forman parte del sensacionalismo para atraerse lectores. Pero, en mi opinión, no se ajustan a la realidad.


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