Carlos Alcaraz conquistó el Masters 1000 de Miami con sólo 18 años, después de vencer en la final al noruego Casper Ruud (7-5, 6-4) en dos sets.
Las luces que alumbran a las grandes joyas de nuevo cuño del tenis mundial dejarán de alumbrar a Alcaraz, un niño prodigio que ha seguido los pasos correctos, saltando los escalones de dos en dos hasta coronarse en Miami con el desparpajo acorde de su edad y la suficiencia de aquel que lleva toda su vida gestionando situaciones de presión al máximo nivel. La nueva joya de España ya es un campeón mayúsculo al que no hay que catalogar como sensación, sino como realidad capaz de seguir dando tardes de gloria, desde ya y hasta el infinito, a un público –mal–acostumbrado por otros campeones desde hace ya muchos años.
Carlos logró coronarse en Miami, donde Nadal nunca ha podido hacerlo pese a llegar hasta en cinco ocasiones al partido por el título, con una nueva victoria mayúscula, en este caso ante Casper Ruud. El noruego, aún en edad de ser considerado como tenista de futuro, aventaja en casi cinco años a Alcaraz, un rara avis que está completando una irrupción que no veíamos a nivel mundial desde Rafa y que no esperábamos en España nunca más.
Vía OK Diario/Nacho Atanes