La alta concentración de cadmio en la cabeza de los crustáceos puede generar diferentes problemas al organismo humano. Los grupos poblacionales con mayor riesgo son los menores, las mujeres embarazadas y personas con patologías importantes
El marisco es uno de los platos estrella de cada Navidad. Los langostinos, camarones, cigalas o gambas son invitados asiduos en muchos hogares españoles. Uno de los gestos más cotidianos en este tipo de manjares es chupar las cabezas de estos crustáceos, algo que puede ser perjudicial para nuestro organismo por la presencia de cadmio.
Por ello, Sanidad ha decidido avisar del peligro que conlleva consumir este producto y ha alertado de los problemas que puede llegar a generar. El objetivo es prevenir a los grupos poblacionales de mayor riesgo, como pueden ser los menores, mujeres embarazadas o personas con patologías importantes.
Fuentes de Sanidad consultadas por NIUS aseguran “que un consumo responsable y no continuado no debería generar problemas, pero es recomendable limitar su ingesta y evitar grandes atracones”· Cuanto mayor es el tamaño de la cabeza, más cantidad de cadmio y conservantes acumula en su cabeza.
¿Qué es el cadmio?
Se trata de un metal que podemos encontrar en la atmósfera, el agua y el suelo. La descomposición de las rocas pueden llegar a liberar unas 25.000 toneladas al año y una gran parte de ellas acaban en los ríos. Se acumula en la cabeza de los crustáceos y dentro del organismo humano se concentra de manera mayoritaria en riñón e hígado, pudiendo llegar a provocar enfermedades cancerígenas a largo plazo.
En zonas industriales la concentración de cadmio es mayor, aunque su aparición es completamente natural. Es algo similar a lo que sucede con el mercurio en muchos pescados azules y cuyo consumo también está regulado.
Valores nutritivos de los crustáceos
La nutricionista María Parra lo tiene claro. “En mi casa no comemos ni chupamos la cabeza de los crustáceos. Es el lugar donde se acumulan más minerales dañinos para nuestro organismo”. Sin embargo la carne magra de estos alimentos es muy recomendable y saludable porque muchos de ellos vienen de criaderos”. Esta especialista asegura que este tipo de alertas suelen tener como objetivo “prevenir a la población.
¿Puede afectar a otras comidas como la sopa de marisco?
En menor medida porque en ese proceso el cadmio se diluye y no queda tan concentrado. Queda claro por tanto que el mayor riesgo está en el hecho de chupar las cabezas de los crustáceos y consumir estos alimentos de manera habitual.