El último censo realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) revela una excelente noticia para la conservación del lince ibérico. En 2023, se han censado 2.021 ejemplares, lo que representa un aumento del 21% con respecto al año anterior. Además, después de superar los 1.000 ejemplares en 2020, en tan solo tres años se ha logrado duplicar la población ibérica.
Estos datos son especialmente significativos considerando que hace apenas 20 años, la especie se encontraba en torno a 100 individuos. Gracias a los esfuerzos de la Administración, propietarios de fincas privadas y organizaciones como WWF España, el lince ibérico ha pasado de estar al borde de la extinción a convertirse en un ejemplo de conservación.
Aunque esta cifra es alentadora, para que la especie sea considerada fuera de peligro, se necesitaría un número aproximado de 750 hembras y entre 3.000-3.500 ejemplares en total. Sin embargo, existen desafíos para alcanzar esta meta:
- Expansión y Núcleos de Reproducción: El lince enfrenta dificultades para expandirse y establecer nuevos núcleos de reproducción. Su principal presa, el conejo, ha experimentado un descenso del 70% en la última década.
- Atropellamientos y Caza Ilegal: El número de atropellamientos sigue siendo una amenaza importante para la especie. El año pasado se registraron 189 muertes, de las cuales 144 fueron atropellamientos.
A pesar de estos desafíos, el lince ibérico es un ejemplo de cómo la conservación activa y los esfuerzos coordinados pueden marcar la diferencia.