gragera ba

Badajoz escribe Cultura con mayúsculas desde la periferia con sus Premios 2025

Rómulo Peñalver para Digital Extremadura, BADAJOZ, 18 de octubre de 2025.- 

En tiempos de algoritmos y pantallas, de ruido instantáneo y letras desechables, la capital pacense volvió a reivindicar anoche que la palabra, la música, el arte y la mirada siguen siendo trincheras. Los Premios Ciudad de Badajoz 2025 volvieron a demostrar que la buena literatura también se escribe desde la periferia, con acento extremeño, con alma de frontera y sin necesidad de pedir permiso a los cenáculos de Madrid o Barcelona.

Bajo una velada presidida por el alcalde Ignacio Gragera, la ciudad premió a quienes siguen creyendo en la creación como resistencia. La mallorquina Roser Amills se llevó el máximo galardón en Novela (29ª edición) por Todo el mundo es sabio hasta que se sienta a escribir, un título que podría servir de espejo a la propia cita literaria. En Poesía, el sanluqueño Juan José Vélez obtuvo el reconocimiento por Los cantos rotos, un poemario que parece dialogar con esa herida común de los que escriben desde los márgenes.

En Periodismo, el primer premio ‘Francisco Rodríguez Arias’ fue para Daniel Ramírez por su reportaje El asesinato de López de Lacalle y su paraguas rojo de la libertad contados por su hijo y sus amigos 25 años después (El Español), mientras Orfeo Suárez (El Mundo) obtuvo el segundo por El campo de concentración de los que nunca pudieron subir al 47. Ambos textos reafirman que el periodismo no está muerto cuando todavía se escribe con memoria y con piel.

En Escultura, Verónica Martínez alcanzó el premio por Unity Enzo, y en Pintura triunfaron Araceli Parra, Ana Pavón y Almudena Lobera con obras que dialogan con lo orgánico, lo simbólico y lo digital. En Fotografía, los pacenses Félix Méndez (Mirando el mar) y Manuel Ponce (Que tortura) compartieron podio con Abdelrhman Alkahlout, que desde Palestina envió Faith amid genocide: tres miradas que resumen el poder universal de una imagen frente a la barbarie.

El Premio de Música, dedicado este año a Porrina de Badajoz, tuvo aroma de raíces con Eduardo Nogueroles (Badajoz en la voz) y Gaspar Genovés (Flamenqueando), demostrando que el duende también se escribe en pentagramas.

La gala, presentada por la periodista Irene Rangel, contó con la sensibilidad del joven pianista Rafael Álvarez-Buiza Avakimyan, quien conquistó al público con obras de Chopin, Mozart y Liszt, recordando que la emoción sigue teniendo teclas.

Lupa DEx |

Cultura desde la periferia

Lo que ocurrió anoche en Santa Catalina trasciende los premios y las cifras. Cada cheque, cada galardón, cada aplauso, es un recordatorio de que la periferia también piensa, escribe, pinta, compone y emociona. Que Extremadura no solo produce cerezas, encinas o dehesas, sino también pensamiento, poesía y belleza.

Las palabras del alcalde Gragera, al afirmar que “Badajoz hace de la cultura su bandera más preciada”, resonaron sinceras, aunque el reto va más allá del discurso: proteger a los creadores locales, sostener editoriales pequeñas, abrir salas, garantizar que la cultura sea un derecho, no un lujo.

Porque sí: Badajoz escribe Cultura con mayúsculas, pero necesita lectores, políticas valientes y una red que impida que el talento se fugue por la autopista de la indiferencia.
Y noches como la de ayer sirven para recordarlo: la periferia también ilumina el mapa.

Foto: Ayuntamiento de Badajoz