Cáceres, 3 de julio de 2024 – Belén Fernández, portavoz del Grupo Municipal Socialista, ha expresado su descontento con la gestión del Partido Popular (PP) durante el primer año de legislatura, calificándola de “errática” y fuertemente influenciada por la ultraderecha. Según Fernández, los únicos logros significativos que se han podido observar provienen de proyectos iniciados durante la anterior legislatura socialista, liderada por Luis Salaya.
Fernández ha destacado que las obras en San Antón y Parras, San Blas y Héroes de Baler, así como el derribo del bloque C y otros proyectos clave, son herencia de la gestión socialista. Ha señalado que la promesa electoral del PP de reducir el IBI, en acuerdo con Vox, fracasó debido a errores en la gestión de la modificación de la ordenanza fiscal.
La portavoz ha criticado los presupuestos gestionados por el PP, alegando que se han elaborado sin considerar las propuestas del Grupo Municipal Socialista y que han requerido auto enmiendas. Fernández ha acusado al PP de ceder el control de la agenda política a Vox, lo que ha llevado a una oposición constructiva por parte de su grupo.
Además, ha mencionado que los grandes proyectos anunciados por Rafa Mateos, alcalde de Cáceres, como las obras de la Virgen de la Montaña y la Plaza Marrón, han tenido que ser reiniciados, y que el Complejo Deportivo en el Nuevo Cáceres no ha pasado de ser un mero anuncio.
Fernández ha lamentado la postura del gobierno municipal frente a la Junta de Extremadura, criticando la falta de inversión en proyectos esenciales para la ciudad y la gestión del proyecto de la Mina de Valdeflores. Ha enfatizado que el gobierno local ha permitido que decisiones cruciales para el futuro de Cáceres sean tomadas sin la participación adecuada de la ciudad.
Finalmente, Belén Fernández ha expresado su preocupación por lo que considera un retroceso en la gestión municipal, marcado por políticas influenciadas por la ultraderecha, la pérdida de inversiones y la renuncia a fondos como los remanentes.
Ha concluido resaltando que Cáceres ha pasado de ser una ciudad de vanguardia a una marcada por políticas que no favorecen el progreso ni el bienestar de sus jóvenes y ciudadanos en general.