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BOFETÓN DE MERCEDES EN CASA DE FERRARI.

Alfari MotorDEPORTES
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GRAN PREMIO DE ITALIA DE FORMULA 1.
AUTODROMO DE MONZA. Lleno: 160.000 espectadores.

Llovió en la calificación del sábado. Algunos pensaron que esta situación de mojado conllevaría una parrilla desordenada. En parte fue así. Pero en Monza imperan los motores más potentes. Antes era Ferrari, pero hoy lo es Mercedes. Por lo tanto, tomando curvas con precaución y acelerando a tope en las grandes y encharcadas rectas italiana,s calificaron primero Hamilton y su Mercedes, segundo Stroll y su Williams-Mercedes y tercero Ocon con su Force India-Mercedes. Tras ellos y completando las dos primeras líneas de salida, se situó el compañero de Hamilton, Bottas.
Ferrari estaba en la tercera línea y luego un sinfín de sanciones desordenó más a los coches que la propia lluvia.

Amaneció soleado el domingo. Mucha gente famosa e importante por el circuito. Hasta Jon Nieve estaba por allí, esperando ver dragones rojos que a la postre fueron grises.

Se apaga el semáforo. Hamilton defiende la primera posición. Ocon le gana la segunda a Stroll. Kimi adelanta a Bottas pero el finlandés de Mercedes recupera su cuarta plaza con mucha facilidad. En cuatro vueltas, Bottas situó su Mercedes en segundo puesto. Había adelantado sin despeinarse a un Ferrari, un Williams y un Force India.

Creo que a lo largo de este gran premio, Lewis Hamilton paró a tomarse un cafetito e ir al baño. Ahora en serio, su dominio fue aplastante. Y lo hizo con conocimiento de causa. En el hogar de Ferrari. En el templo rojo. Sale de esta carrera liderando la clasificación general. La única posibilidad de Vettel es que Lewis sufra tres o cuatro percances al margen de la normalidad de competición, siempre y cuando no los sufra él. Por supuesto, el dominio de la estrella en el mundial de constructores es total.

Los españoles estuvieron mal. Carlos Sainz salió regular y nunca tuvo posibilidades de puntuar. Y Fernando y su McLaren…

Los italianos de Monza habían preparado una vuelta de saludo de los pilotos con unos coches clásicos preciosos. A Alonso le tocó subirse en un Lotus verde. No arrancó. Todos sus compañeros se alejaban saludando a los espectadores. Varias personas empujan el Lotus pero nada. Fernando baja del coche con una sonrisa picarona. Saluda y se monta en el Renault clásico donde iba Hulckenberg. ¿Irónico? Las cosas del destino, tal vez.
En fin, a falta de dos vueltas se retiró. Su McLaren se arrastró por una pista concebida para que los monoplazas vuelen y el suyo ni vuela, ni corre, ni es fiable…
Una de las cosas de este Gran Premio fue la visita del gran jefe de Honda. Varias reuniones con la gente de McLaren y Toro Rosso. Está muy claro que el binomio McLaren-Honda es insostenible. Fernando Alonso ha comunicado al equipo inglés que se marcha si esto sigue así. La única solución que tiene McLaren es romper con Honda y aliarse con Renault cuyo motor empieza a despuntar.

La carrera de los dos Red Bull-Renault merece unos apuntes aparte. Verstappen pinchó de salida y consiguió llegar a su box a cambiar. Comenzó una remontada tremenda y llegó el décimo. Ricciardo, siempre competitivo, adelantó a Stroll y Ocon. Tenía en su visor a Kimi y le hizo un interior lanzando su Red Bull desde su casa en Australia. Es, sin duda, el mejor piloto sorprendiendo desde lejos. ¡Cómo apura las frenadas! A partir de ese momento comenzó a restarle tiempo a Vettel a un ritmo endiablado. Si la carrera dura un par de vueltas más, hubiera repetido puesto en el cajón.

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De esto saco la conclusión que el motor Renault empieza a ser muy bueno, sobre todo en carrera. Le falta una especificación máxima para la clasificación. En cuanto la tengan, los de la bebida energética volverán a luchar por la victoria.
Y todo lo anteriormente escrito sirve para que McLaren intente montar ese motor francés el año que viene. Es la única salida que les queda al equipo y a Fernando. La única. Pero Red Bull presionará para que eso no ocurra y Honda no quiere ni puede desparecer del mundial. Me huelo que el cambalache que se ha intentado este fin de semana es que Toro Rosso monte motores Honda el año que viene y McLaren monte Renault. Difícil es, pero los dueños del Gran Circo no quieren perder a Fernando.

La Fórmula 1 abandona Europa. En dos semanas llega a Singapur. Un gran premio espectacular con muchas luces y mucho lujo asiático. Pero un circuito urbano puro y duro. El Mónaco de oriente. Una carrera que, como ocurre en la del Principado y como dijo la folclórica: mucho “lirili” y poco “lerele”. Pero estas carreras también hacen falta. Igualan los coches. Ferrari intentará restar puntos. Les va a costar porque Mercedes es muy superior y porque Red Bull está muy muy cerca.

Próxima estación: Singapur.

Así va el mundial de pilotos.

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