El nuevo proyecto turístico y cultural conecta ganaderos, queserías, artesanos y empresas en torno a la oveja merina. Arranca en la Cañada Real de la Plata, con jornada de presentación en Trujillo.
Un ecosistema en torno a la oveja merina
R. DEx, Cáceres, 11 de septiembre de 2025.- Trujillo ha sido el punto de partida de Caminos de la Merina, una iniciativa colaborativa que une a más de un centenar de socios: ganaderías, queserías, empresas textiles, hoteles rurales, bodegas, artesanos y productores locales. El objetivo es claro: rescatar la cultura pastoril y situar la trashumancia como motor de desarrollo turístico sostenible en Extremadura.
La oveja merina, históricamente considerada “oro blanco” por su lana fina y codiciada en Europa, vuelve a colocarse en el centro de un relato que conecta historia, tradición e innovación.
Una red de cañadas con historia
El proyecto se articula en torno a las grandes rutas de trashumancia que durante siglos recorrieron millones de ovejas: la Cañada Real de la Plata, la Conquense, la Leonesa Occidental y la Riojana. En esta primera fase, el foco está puesto en el tramo extremeño de la Vía de la Plata, que atraviesa de norte a sur la provincia de Cáceres.
Voces que reivindican la merina
Álvaro Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino, subrayó que “la crianza merina está íntimamente ligada a la trashumancia, una práctica que ha modelado nuestros paisajes durante siglos. Este proyecto demuestra que la ganadería extensiva es aliada de la sostenibilidad”.
Pepe Pisa, fundador de Caminos de la Merina y del espacio artístico La Nave Va, añadió que “la trashumancia es un hilo conductor que une paisajes, pueblos y personas. Aquí hay infinitos atractivos esperando a ser descubiertos: patrimonio, gastronomía, arte contemporáneo…”.
Apoyo europeo para un futuro rural
La iniciativa cuenta con el respaldo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, financiado por NextGenerationEU. Una inyección que permitirá impulsar proyectos turísticos regenerativos y fortalecer la identidad de los pueblos que sufren la despoblación.
Lupa DEx
La oveja merina no solo es lana y quesos: es memoria colectiva, paisaje y futuro. Que Extremadura apueste por convertir sus cañadas en rutas turísticas sostenibles es un paso adelante para reactivar comarcas vaciadas y dar visibilidad al trabajo de ganaderos y artesanos. El reto, como siempre, será evitar que la iniciativa quede en papel mojado y asegurar que los beneficios lleguen a quienes mantienen viva la tradición pastoril.