El flamante Alvia 291, símbolo de modernidad ferroviaria en Extremadura, se ha convertido en apenas 48 horas en otro capítulo del drama ferroviario regional. Más de un centenar de pasajeros han vivido esta mañana en la estación de Badajoz una nueva cancelación que despierta viejos fantasmas: retrasos, desconcierto y promesas incumplidas.
Un estreno que descarrila
R. DEx, Cáceres, 11 de junio de 2025.- La historia prometía ser distinta. Este lunes, con toda la parafernalia institucional, se inauguraba el nuevo servicio Alvia con destino a Madrid. Palabras de entusiasmo, flashes, discursos y titulares anunciaban una «nueva era» para la conexión ferroviaria extremeña. Pero apenas dos días después, el tren 291 —el mismo que debía simbolizar el cambio— ha sido cancelado sin contemplaciones a las 6:36h, dejando en tierra a decenas de viajeros perplejos.
A las siete de la mañana, RENFE comunicaba vía SMS la supresión del tren por «incidencia técnica», redirigiendo a los afectados al Alvia 293, previsto para las 7:21h. El problema: ese tren sí paraba en Mérida y Plasencia, lo que dilataba el trayecto previsto y provocaba el desconcierto de quienes dependían de horarios cerrados, conexiones con otros trenes o incluso vuelos.
La escena en la estación de Badajoz era un cóctel de indignación y resignación. La megafonía no aportaba claridad, y el personal apenas podía calmar los nervios de quienes veían cómo el moderno Alvia se convertía, de nuevo, en otro símbolo del agravio histórico.
Compensaciones y promesas vacías
RENFE ha informado de que nadie se ha quedado sin plaza y ha activado el protocolo de indemnización: 50% del importe si la demora supera los 60 minutos, 100% si rebasa los 90. También aseguran reubicaciones en caso de pérdida de conexiones. Pero lo cierto es que las críticas no se han hecho esperar.
En redes sociales, políticos y ciudadanos ya hablan de “bochorno ferroviario” y de “otro parche más para Extremadura”. Las quejas no apuntan solo a la incidencia puntual, sino al abandono crónico de una región que, una vez más, asiste atónita a la incapacidad de ofrecer un servicio ferroviario fiable y digno.
La herida abierta del tren extremeño
No es la primera vez. Ni, según muchos, será la última. A pesar del marketing y los estrenos con bombo y platillo, la realidad parece empecinada en poner a prueba la paciencia de los extremeños. Porque aquí, más que trenes de alta velocidad, lo que circulan son las disculpas de siempre.
Una región que espera el futuro… en el andén de la frustración.
Imagen: COPE
