Ante estos tiempos de gran incertidumbre, Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres a través del Programa de Familia continúa con las actividades programadas creando espacios de esperanza mediante talleres dirigidos a las familias, de esta manera pretende llevar un poco del «agua que da la vida» a esas personas que más lo necesitan.
Pero, las actividades de Cáritas diocesana, no se limitan a dar respuesta a las principales demandas provocadas por la crisis (alimentación, vivienda, acceso al empleo…). Más allá, su tarea consiste en hacerse cercana a las personas, reivindicar su dignidad, buscar con ellos respuestas a sus necesidades y descubrir sus capacidades. Por eso una de las actividades que se desarrollan desde el Programa de Familia de Cáritas que se enmarca en el acompañamiento de itinerarios grupales, son los talleres destinados a la adquisición de hábitos, habilidades, autonomía e inserción social y educativa.
Estos talleres son impartidos en su mayor parte por personal voluntario y en ellos, padres e
hijos comparten espacios para la promoción de las familias y el desarrollo integral de todos
sus miembros.
Cáritas que se caracteriza por ayudar a todos, sin distinción, nos informa, que las familias atendidas hasta el pasado mes de octubre, responden a un perfil de diferentes nacionalidades con grandes dificultades económicas y sin empleo estable, donde un 70% tienen hijos a su cargo y en su mayoría se encuentran a cargo exclusivo de la mujer.
El trabajo de Cáritas se enmarca en una tarea de prevención, promoción y recuperación personal
desde las potencialidades y oportunidades que cada una de las personas posee.
Por tanto querido lector, para seguir manteniendo la gran labor humanitaria y espiritual, no dejéis de rezar, y si podéis desprenderos de un poco de lo que os sobra, para ellos será una ayuda muy valiosa.
