GUARDIA CIVIL

Cinco detenidos de un clan criminal que sembró el pánico en varias casas extremeñas

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La Guardia Civil detiene a cinco miembros de una misma familia por una oleada de robos milimétricamente planificados en la región

R. DEx, Extremadura, 12 de junio de 2025.-  Actuaban mientras sus víctimas dormían. Sin forzar cristales ni reventar rejas. Tan solo un clic, un giro limpio, una puerta abierta… y un botín en marcha. Cinco miembros de un clan familiar asentado en la provincia de Badajoz han sido detenidos por la Guardia Civil, acusados de formar parte de un grupo criminal al que se le imputan dieciséis delitos contra el patrimonio, además de falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

La operación, todavía abierta, se ha saldado también con la investigación de un sexto implicado que ya cumple condena en prisión por otros hechos. Las autoridades consideran que este entramado familiar actuaba con una estructura “claramente organizada”, dotada de “alto grado de especialización técnica” y una trayectoria delictiva nada improvisada.

Robaban mientras dormías

La investigación ha sacado a la luz un patrón inquietante: el clan forzaba cerraduras de forma silenciosa y precisa mientras los moradores de las viviendas se encontraban dormidos. Sin dejar señales evidentes ni provocar alertas, accedían al interior, localizaban las llaves de coches y objetos de valor, y desaparecían sin despertar a nadie.

Dos vehículos de alta gama, sustraídos en Aliseda (Cáceres) y Villar del Rey (Badajoz), fueron clave en la investigación. No solo por su valor, sino porque fueron utilizados para cometer nuevos robos en otras localidades de Extremadura, convirtiéndose en la herramienta de movilidad del grupo.

Un clan con historial y método

Los agentes destacan el uso de herramientas profesionales para el forzamiento de bombines, lo que demuestra el conocimiento técnico del sistema de cerraduras. En algunos casos, los robos también afectaron a establecimientos comerciales, aunque el objetivo principal eran las viviendas, muchas de ellas unifamiliares o en zonas residenciales con poca vigilancia.

Los detenidos —cuatro hombres y una mujer, de entre 28 y 45 años— forman parte de un mismo núcleo familiar y cuentan con un amplio historial delictivo, lo que refuerza la tesis policial de una actividad continuada y profesionalizada. El clan estaba especializado en delitos de oportunidad bien ejecutados, con un modus operandi siempre repetido: identificación de la vivienda, entrada sin ruido, y salida limpia.

Los hechos, que habían generado una creciente sensación de inseguridad en varias localidades de la región, han sido esclarecidos gracias a largas semanas de investigación, seguimientos discretos y análisis de patrones delictivos. “Ha sido clave la coordinación entre cuarteles locales y la unidad de delitos contra el patrimonio”, indican fuentes de la investigación.

Con la detención de estos cinco individuos, la Guardia Civil da por desarticulado el clan, aunque la operación no se da por cerrada. Se siguen revisando casos en otras comunidades autónomas que podrían guardar relación con este grupo, y no se descartan nuevas imputaciones.

La detención de este grupo supone un alivio para decenas de vecinos que durante meses vivieron con miedo al ruido más mínimo en mitad de la noche. La impunidad con la que operaban, el perfil reincidente y la frialdad con la que ejecutaban los robos han sido determinantes para que la Guardia Civil pusiera el foco sobre este clan familiar, hoy desactivado.

 


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