Este viernes, 21 de marzo, la cuenca del Tajo en la provincia de Cáceres se presenta como protagonista de un impresionante despliegue de regulación hídrica. Cinco embalses se encuentran en pleno desembalse, lidiando con “caudales significativos” tras el impacto de la borrasca Martinho. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) supervisa de cerca este complejo equilibrio entre el control del agua y la prevención ante las inminentes lluvias pronosticadas.
Entre los embalses más destacados, Rosarito sobresale con una salida de 116 metros cúbicos por segundo, aunque notablemente inferior a los 142 metros cúbicos que registró el jueves. Mientras tanto, Valdeobispo mantiene un flujo constante de 90 metros cúbicos, seguido por Jerte con 19, Borbollón con 15, y Rivera de Gata con 10 metros cúbicos por segundo.
La situación es el resultado directo de la variabilidad climática y los efectos de Martinho en las distintas subcuencas. Ante este escenario, la CHT ha señalado la tendencia reciente a estabilizar o incluso incrementar los caudales desembalsados. El objetivo prioritario: crear el «óptimo resguardo» necesario para enfrentar las próximas precipitaciones y los caudales derivados del deshielo de nieve acumulada en las alturas.
Protección Civil ha reiterado su llamamiento a extremar la precaución en las áreas próximas a los cauces río abajo, recordando la importancia de seguir al pie de la letra las indicaciones de seguridad. La naturaleza, con su fuerza impredecible, demanda tanto respeto como estrategia.
