R. DEx, 18 de marzo de 2025.- En un martes marcado por la tensión hídrica, cinco embalses de la cuenca del Tajo en la provincia de Cáceres protagonizan una operación crítica de desembalse ante la huella persistente de la borrasca Laurence. Los nombres de los embalses—Rosarito, Valdeobispo, Jerte, Borbollón y Rivera de Gata—resuenan como bastiones en una lucha contra el poder incontrolable del agua.
El más imponente en esta maniobra es Rosarito, que libera 280 metros cúbicos de agua por segundo. Le siguen Valdeobispo con 90 metros cúbicos, Jerte con 19, Borbollón con 15 y Rivera de Gata con 10. Este flujo no es arbitrario; responde a un plan meticuloso de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que busca asegurar la capacidad de estas infraestructuras para enfrentar las lluvias que no dan tregua y el inminente deshielo en las montañas.
Desde las oficinas de la CHT, los técnicos observan el caudal creciente en los ríos con la precisión de relojeros. La borrasca Laurence ha dejado su sello, y las predicciones meteorológicas auguran una continuidad de precipitaciones que amenaza con saturar aún más los embalses. “Es una carrera contra el tiempo para garantizar que las próximas avenidas sean manejables”, comenta un portavoz de la CHT.