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Un ciudadano con discapacidad visual hace públicos fallos de accesibilidad en la zona monumental de Cáceres

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El objetivo del documento es aportar sugerencias para mejorar la accesibilidad en la capital cacereña.

Así, aunque reconoce que «se está avanzando poco a poco» en materia de accesibilidad, también lamenta que «queda mucho por hacer». Entre la peticiones que realiza en este estudio está incorporar códigos bidi (QR) en los folletos turísticos y aprovechar los ventanales de la oficina de turismo de la Plaza Mayor para colocarlos, para así evitar «largas esperas» o acceder a la información cuando la oficina esté cerrada.

Del mismo modo, indica que, dentro de esta oficina, hay una maqueta de la zona monumental que se puede ver y tocar pero que, sin embargo, es muy difícil bordearla en silla de ruedas. Además, añade que, está situada en una mesa que, según explica, por su altura, desde la silla de ruedas no se puede tener una perspectiva general. Por ello, sugiere que se reubique «mejor» y que la etiqueta con la información esté «bien» visible.

También, pide que se promocione el uso del ‘tuck tuck’ y que se informe a las personas con diversidad funcional del servicio de alquiler de las scooters, pues considera que es un «magnífico» servicio para estas personas, ya que, considera que, en parte evitarían el «sufrimiento o el impedimento» de deambular por la parte antigua por su orografía, el suelo y la inclemencias del tiempo, añade. Igualmente propone que se debería estudiar su ubicación, en concreto, sugiere colocarlo al lateral del ayuntamiento, frente a la parada de taxis.

Por otro lado, en relación a la Torre de Bujaco, pide que se mejore la iluminación, solventar el desnivel del perímetro, incorporar información en otros formatos e idiomas (código bidi, audio en bucle que explique la historia de la Torre y muralla). Sobre el acceso a la muralla, sugiere que se estudie el poder acceder a la misma a través del patio del Palacio del Mayorazgo con rampas y/o elevadores.

PANELES ILEGIBLES
Asimismo, explica que, una vez que se entra en el recinto intramuros, hay monumentos (palacios, iglesias, etcétera) que tienen en sus fachadas su cartel de información en metacrilato donde se puede observar que el color de la tinta se hace «casi ilegible» por alguien que tiene «buena vista». También, explica que los carteles tienen incorporados códigos bidi y en varios idiomas, pero que al tratar de capturarlos, «todos están rotos» dando el mensaje de «error».

«Entre la altura, la transparencia y la tinta del cartel se hace casi desapercibido y la gran mayoría de las personas no se dan cuenta de su existencia y mucho menos por las personas en silla de ruedas, bajitas y/o con algún tipo de pérdida visual», explica Caso Moreno en el informe al que ha tenido acceso Europa Press.

De esta manera, sugiere que se hagan «más» visibles los carteles, bajando la altura de estos, mejorando el contraste de la tinta de las palabras y solventando el «error» de los códigos bidi.

Continuando con su recorrido, explica que «lo malo» para llegar a la plaza San Mateos «no es poder salvar las escaleras que te llevan directamente, si no las alternativas de ir por cuestas muy repinadas con el empedrado insufrible y casi intransitable para la movilidad reducida», indica, al tiempo que lamenta que, «a pesar de estar aprobado el presupuesto de mejora accesible eliminando parte del empedrado para hacerlo transitable, aún no se ha realizado».

En cuanto a la Torre de los Baluartes, sugiere que en la entrada, concretamente, al escalón se le ponga una banda (cinta) típica rugosa antideslizante para detectarlo, ya que, según explica, «es un escalón casi inapreciable incluso para los que gozan de buena vista del que te avisan los ordenanzas al verte entrar». Sobre la exposición, pide que, se busque un «lugar mejor, céntrico y accesible» para todos, y que las personas ciegas puedan tocar las maquetas y cuadros.

«Entiendo que algunas por los materiales empleados y su fragilidad sea mejor no tocarlos, pero los que se puedan sí», indica al tiempo que pide que se hagan «más maquetas para ver y tocar». Además se le podía dar más uso a estas maquetas, como, por ejemplo, hacer exposiciones itinerantes y también llevarlas a las ferias de turismo como reclamo para que visiten nuestra ciudad», sugiere. Finalmente, Caso Moreno pide que se haga «más habitual» el uso de pictogramas.

CONCIENCIAR A LA SOCIEDAD
«El mayor reto es concienciar a la sociedad para que la propia sociedad no siga siendo la mayor de las barreras, para ello una pieza clave son nuestros gobernantes que se tomen en serio y apliquen realmente el objetivo de las ciudades, que son de todos y para todos», expresa, al tiempo que indica que las nuevas tecnologías se han convertido en una «gran aliada» para suprimir barreras y mejorar la accesibilidad y calidad de vida, «no solo del mundo de la diversidad funcional, si no para todos».

Según explica Juan Carlos Caso Moreno, las estadísticas indican que el turista con diversidad funcional gasta un 30 por ciento más que el resto de turistas y, que si se mejora la accesibilidad y los servicios, se estará abriendo las puertas a más de cuatro millones de españoles con discapacidad y a más de 50 millones de personas de la Unión Europea.

Caso Moreno es afiliado a la ONCE y jubilado por discapacidad. Pertenece a varias asociaciones de Cáceres como Progresar Ayudando o Las Sonrisas Mueven el mundo, entre otras. Además, ha elaborado o participado en informes como ‘Cáceres Inclusiva’ y ha aportado sugerencias a planes de movilidad o de desarrollo local.


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