Música, sabores y emprendimiento migrante se funden en un evento solidario que convierte a la Casa de Cultura Rodríguez Moñino en un crisol de esperanza compartida.
Una ciudad que late al ritmo del mundo
Rómulo Peñalver, 8 de junio de 2025.- El próximo viernes 13 de junio, Cáceres se vestirá con los colores de los pueblos del mundo. No será una pasarela, ni un escaparate, sino un encuentro real, humano y necesario, donde la música, la gastronomía y el talento migrante confluyen con un objetivo común: ayudar a la infancia más vulnerable.
La cita es a las 18:30 horas en la Casa de Cultura Rodríguez Moñino, donde el Festival de los Pueblos del Mundo desplegará todo su poder integrador. Un evento que no solo celebra la diversidad, sino que la convierte en un acto de justicia, en una herramienta de visibilidad y en un gesto de amor colectivo.
Danzas, tambores y aromas que cruzan fronteras
Promovido por la Diócesis de Coria-Cáceres junto a la Delegación de Personas Migrantes y Refugiadas, la Delegación de Infancia y la Asociación de Empleadas de Hogar, Cuidados y Limpieza de Cáceres, este festival se construye desde la base: desde quienes llegaron un día con una maleta, una receta y una canción que contar.
Durante la jornada, se podrá disfrutar de:
- Actuaciones musicales y danzas tradicionales de diferentes culturas.
- Canciones que hablan de raíces, memoria y futuro.
- Y, cómo no, una degustación gastronómica internacional, donde el mundo se sirve en pequeños platos preparados por las propias personas migrantes.
Emprender con acento propio
Uno de los ejes del festival será la muestra de proyectos y negocios de emprendedores migrantes. No solo venderán productos: contarán historias. Porque detrás de cada puesto habrá una vida que lucha, innova y enriquece el tejido económico de Cáceres.
Aquí la integración no es un eslogan, es un escaparate de esfuerzo, de dignidad y de futuro. Se verá en los tejidos, en las manos, en las sonrisas que cruzan idiomas.
Una entrada, muchas infancias
La entrada simbólica —5 euros— tiene un destino claro: las niñas y niños de familias vulnerables. Los fondos recaudados becarán su asistencia al campamento diocesano de verano, una experiencia que les permitirá soñar, convivir y crecer. Para quien no pueda acudir
Cultura, dignidad y esperanza
El Festival de los Pueblos del Mundo es más que un evento. Es una declaración de principios: la convivencia es posible, la diversidad enriquece, y la solidaridad se practica con actos concretos.
En un mundo que a veces levanta muros, Cáceres responde con un festival que tiende puentes, canta en varios idiomas y cocina con sazón universal. La ciudad se convierte, por una tarde, en el corazón del mundo, y ese corazón late por la infancia y por un futuro más justo para todos.