la lluvia

Diciembre verde

 Cartas acehucheñas

Estimados compatriotas: Según llego al Gorrón Blanco, ya estoy en casa. En realidad mucho
antes. Dijo aquel amigo, J. Viola, que mi triángulo tiene tres vértices: La Sierra del Arco, los
Canchos de Ramiro y Alcántara. Seguro que tenía razón. Ahí dentro, pez en el agua. Total: en
casa. A veces entro por la calle Pizarro y me persigno cuando paso por El Cristo. Dice Lalo
(Alejandro Hurtado Julián) que primero se llamó Calle Nueva, cuando se ensanchó el lugar con
un nuevo barrio, el Barrio de la Libertad, allá por el siglo XIX. Ya ha llovido. Lalo realiza una
labor magnífica. Se arma de tiempo y paciencia, y ataca archivos y legajos del pasado de todos
nosotros, es decir, de Alzambug> Azabug> Azabuch> Azauche> Acehúche. Encuentra
curiosidades y noticias del ayer que me va contando, y que yo iré trasladando a estas cartas,
Dios mediante.

Por ejemplo. Recién, me ha enviado cuatro folios manuscritos de un pleito que hubo en el
lugar allá en el siglo XVIII, año de 1785, ahí aparecen Juan Perianes, Esteban Montero, Isidro
Díaz, Leonardo Montero, Simón Macías, y otros, en fin, paisanos de aquellos años pretéritos.
He ido a hacer una visita al Cerro de Santa María y he entrado en el Cementerio. Tantas caras
conocidas, familia, amigos. La soledad, rodeado de tanta gente a la que hemos querido, tiene
un sabor amargo y dulce.

Para aliviar las pérdidas y olvidos lo mejor pararse un rato a contemplar el campo. Tras las
lluvias, da gusto y placer ver los arroyos cantarines, el suelo, tantas veces polvoriento, verde
que te quiero verde, y brillantes las hojas del encinar. Una maravilla. Ya está ahí la
Nochebuena. Felices y entrañables navidades para todos.