El líder del PP prepara su salida con la convocatoria de la Junta Directiva Nacional el próximo martes
El líder del PP ha convocado finalmente el próximo martes la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP para celebrar el XX congreso nacional del partido, que tendrá carácter extraordinario, según han informado fuentes del partido. La reunión de la Junta Directiva será finalmente el próximo 1 de marzo tras las quejas del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, por coincidir con el Día de Andalucía.
El núcleo duro del líder del PP, Pablo Casado, se ha desmoronado. El presidente de la formación está cada vez más solo y aunque él apuesta por aguantar como sea, su objetivo parece cada vez más complicado. Y es que a las recientes dimisiones de su portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, que entraba dentro de lo previsto, pero ocurre cuando ocurre, se ha unido la de la diputada afín Belén Hoyo en el comité de dirección nacional y ahora se suma el hecho de que el grupo parlamentario haya pedido la cabeza del secretario general, Teodoro García Egea, y la celebración de un congreso extraordinario. Además, la diputada Ana Vázquez también le ha dado la espalda y ha dimitido como responsable de Exteriores del PP. Todo ello un día antes de que se celebre un Comité Autonómico convocado por el propio Casado donde están representados los barones del partido, algunos de los cuales han pedido ya su cabeza. Incluso uno de sus grandes aliados, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha pedido un congreso extraordinario.
A la cita de este miércoles no acudirá sin embargo su ahora mayor enemiga, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ya que ella es presidenta de la comunidad, pero no lidera el PP de Madrid como si lo hacen sus homólogos, presidentes autonómicos y regionales de la formación a la vez. Al que no podrá evitar Casado es al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, uno de los pesos pesados que junto a Ayuso ha desafiado su autoridad. Será solo 48 horas después de un tenso Comité de Dirección en el que el presidente del PP fue forzado para convocar la próxima semana a la Junta Directiva Nacional, el órgano competente para poner fecha a un congreso ordinario, como él pretende, o extraordinario, como solicita la mayoría, que se lo puede llevar por delante.
Feijóo, que este lunes ya acorraló a Casado y tildó de «insostenible» la situación en el PP, ha reiterado este martes que hacen falta cambios urgentes en el PP. «El objetivo es desbloquear la situación del partido y mandar un mensaje de optimismo», ha dicho el presidente de la Xunta, que ha subrayado que «necesitamos nuevas etapas y nuevas horizontes con responsabilidad y determinación».
«Hay que darle voz a la gente. así no podemos seguir. La mayoría de dirigentes se están pronunciando en un sentido (celebrar el congreso extraordinario) y tienen razón», ha afirmado. A la pregunta de si va a dar el paso para sustituir a Casado ha señalado que «todos tenemos que tomar decisiones, yo entre ellos, y tomaré las decisión en base de lo que necesite el partido» y cuando haya «una propuesta» en ese sentido.
El propio Feijóo, el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ya han anunciado que asistirán a la reunión de este miércoles. En representación de Madrid acudirá Pío García Escudero, que está al frente del PP madrileño desde que se nombró a una gestora tras presentar su dimisión Cristina Cifuentes por el caso sobre el robo de cremas en un supermercado. Será este miércoles a las 20.00 horas en Génova. Y si este lunes la tensión provocó heridos, este miércoles amenaza con dejar víctimas.
Fuentes próximas cercanas a Ayuso ya han expresado su «sorpresa» al quedar fuera de ese cónclave con presidentes del partido porque, según subrayan, a otros foros similares se la ha invitado.
Así, señalan que en congresos regionales o citas donde han estado los presidentes autonómicos ha sido ella la que ha ido y ha intervenido y no García Escudero. Por eso, creen que es «evidente» el por qué lo han hecho y creen que cada uno debe sacar sus propias conclusiones.
El caso es que Casado acudirá hasta la sede del PP sintiéndose cada vez más solo y con menos apoyos, aunque su intención es la de resistir al final y hasta las últimas consecuencias tras su choque con Ayuso a cuenta del supuesto espionaje, o más bien amago, por los contratos sanitarios por los que se vio beneficiado su hermano Tomás.
La idea del líder del PP es, todavía, intentar reconducir las cosas y aguantar hasta verano, cuando tenía previsto convocar un congreso ordinario, con la esperanza de fondo de que Ayuso sea imputada, pero sabe que la situación es cada vez más complicada y casi no le quedan aliados, a excepción del leal Pablo Montesinos, Antonio González Terol, Ana Beltrán y, claro está, su número dos y gran amigo Teodoro García Egea, el gran señalado y al que muchos dirigentes piden que dimita ya.
Cascada de dimisiones
La prueba del malestar interno es que este mismo martes se están produciendo una cascada de dimisiones. Aunque ya se preveía, José Luis Martínez-Almeida ha anunciado que dimitía como portavoz nacional del PP, asegurando que se trata de una decisión «de común acuerdo» con Casado. A él le ha agradecido la confianza y generosidad que ha tenido con él para compatibilizar. «Hemos decidido de común acuerdo que cese en esas funciones», ha detallado. Antes del anuncio, el alcalde de Madrid y hasta hoy portavoz nacional del PP había reaparecido en el Pleno municipal, donde se ha desmarcado de toda la pugna interna y ha asegurado que su compromiso es con los madrileños.
Además, Almeida señala que «ha hablado con quien tenía que hablar (Pablo Casado)» y le ha dicho «lo que pensaba que tenía que decir». En diversas ocasiones ha trasladado a los periodistas que no revelaría los términos de la conversación.
Otra de las dimisiones ha sido la de la diputada por Valencia Belén Hoyo, que ha dimitido de su cargo en el comité de dirección nacional como presidenta del Comité Electoral Nacional del PP. Hoyo no es cualquiera para Casado, ya que ha estado a su lado desde el primer momento que dio el paso de presentarse a las primarias del PP en 2018. Precisamente fue una de las personas que este lunes pidió también sin éxito el cese de García Egea.
A continuación también ha dimitido Ana Vázquez como responsable de Exteriores del PP. «Quiero agradecer la confianza depositada y que seguí apoyando hasta el pasado jueves, pero visto que no hay cambios, toca irse. Y tras escuchar a muchos afiliados dimito», ha dicho Vázquez en Twitter.
Pero la presión a la que Casado se vio sometido este lunes fue mucho más allá y más dirigentes también amenazaron con dimitir si no se convocaba el congreso extraordinario.
Los nervios en el seno de la formación han crecido hasta tal punto que incluso desde el grupo parlamentario popular se están rebelando contra Casado. Ahora, algunos miembros del Grupo Popular han suscrito un comunicado conjunto pidiendo la destitución inmediata de García Egea y la convocatoria de un congreso extraordinario par resolver la crisis interna. Al parecer fueron dos de las exigencias este lunes de la portavoz del grupo, Cuca Gamarra, que sin embargo no firma el texto. El comunicado está firmado en concreto por Guillermo Mariscal, José Ignacio Echániz, Pablo Hispán, Carlos Rojas, Sandra Moneo, Mario Garcés, Carlos Rojas y Adolfo Suárez.
En cualquier caso, los ojos se centran ahora en el Comité Autonómico de este miércoles y en la Junta Directiva Nacional que se producirá el martes o miércoles de la próxima semana, y no el lunes como estaba previsto, tras las quejas del presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, porque la cita coincide con el Día de Andalucía. Sin embargo, todavía no se ha confirmado fecha oficial.
Casado gana así tiempo, y aunque el desenlace parece claro no es seguro, porque en política muchas veces ocurre lo imprevisible. El pasado viernes, Ayuso parecía acorralada por los contratos vinculados a su hermano y Casado parecía que ganaba la partida, pero ha bastado una manifestación en Génova a favor de Ayuso y contra la cúpula del partido y las palabras de Feijóo, entre otros, para darle la vuelta a las cosas.
Y es que, el líder del PP está convencido de que puede dar batalla y ganar la partida a sus críticos. No en vano, cree que cuenta con un apoyo mayoritario de presidentes provinciales y también regionales, según fuentes de la cúpula del partido. También le salvaría una hipotética imputación de Ayuso por los polémicos contratos. Está por ver.
Porque la realidad actual no obstante es que Casado, que en los dos últimos años ha colocado dirigentes afines a Génova en el escalafón provincial del partido, ve como entre los barones ha quedado en evidencia su debilidad, después de que ninguno se haya alineado con él.
Incluso López Miras ha pedido este martes un congreso extraordinario. «Es el momento de la responsabilidad. Se necesitan soluciones de forma urgente», ha dicho, cambiando de criterio respecto a lo que había dicho hasta ahora.
Solo Ana Beltrán, que es presidenta del PP de Navarra, que es a su vez vicesecretaria de Organización, se mantiene de forma incondicional al lado de Casado.