Según indica el colectivo, la actividad está prevista en unas 300 hectáreas dentro del Parque Nacional, en la Finca Cansinas del este o también conocida como la Herguijuela, en término municipal de Toril, donde participan «decenas de cazadores en lugares a los que no está prohibido el acceso a los turistas de naturaleza».
Asimismo, además se liberan «cientos de perros» y los cazadores están autorizados a disparar sobre machos y hembras de jabalí y ciervo. De esta forma, y pese a la vigilancia de los Agentes de Medio Natural «es imposible garantizar que ningún cazador dispare a alguna especie protegida, por error o voluntariamente, o que un proyectil fallado o
rebotado pueda matar animales que no son objeto de la acción de control».
Estos incidentes y otros provocados por la realización de «monterías amparadas como acciones de control» dentro del Parque Nacional «dañan la imagen de Monfragüe, repercutiendo negativamente en el turismo de naturaleza». Estas cacerías, afirma el colectivo, «perjudican los acertados esfuerzos por promover el turismo en estas fechas con varias campañas publicitarias».
No parece adecuado para un Parque Nacional soltar perros, que matan cualquier animal que encuentren, ni ponerse a pegar tiros. Los beneficios económicos de unos pocos son los que priman aquí, que no cuenten milongas.