Redacción DEx, 30 de diciembre de 2024.- Los precios en origen han caído en picado, con un descenso del 35,6% en comparación con la misma semana del año anterior y del 33% con el inicio de esta campaña.
Esta caída en origen se reflejará en precios más asequibles en los supermercados en las próximas semanas, una noticia que puede ser considerada como una buena nueva para los consumidores.
Sin embargo, para los productores, esta situación es un golpe y una preocupación para este final de año. La rentabilidad de la producción de aceite de oliva se ve amenazada, ya que la producción ha sido excesivamente buena y les permite recuperar márgenes. Los profesionales del sector han calificado esta bajada de «muy preocupante».
Los sindicatos agrarios han pedido al Gobierno que lleve a cabo una investigación sobre posibles acuerdos en la compra-venta de aceite de oliva en origen, ya que sospechan que se están forzando los precios drásticamente a la baja, incluso por debajo de los costes de producción. La Unión de Pqueños Agricultores (UPA) ha exigido a las cooperativas que no vendan aceite de oliva por debajo de los costes de producción, ya que consideran que hay un gran movimiento especulativo en el sector.
Por otro lado, las cooperativas han reclamado «tranquilidad y prudencia» frente a «falsos mensajes» que condicionan el mercado del aceite de oliva a la baja. Asaja ha hecho un llamamiento a la «tranquilidad» en la venta de aceite de oliva ante «la hecatombe de precios» en el inicio de esta campaña.
En resumen, la crisis del aceite de oliva es un tema que requiere atención y soluciones urgentes. Es fundamental que se tomen medidas para proteger la rentabilidad de los productores y garantizar la calidad y la seguridad del aceite de oliva.