La UCI, que tiene una dotación estructural de 10 camas, ha aumentado hasta los 21 puestos, habilitados en la zona de reanimación quirúrgica y en la Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA).
Del mismo modo, se ha incrementado la dotación de camas hospitalarias en 40. Se han ubicado en la quinta planta del hospital de Mérida que, hasta la fecha, estaba destinada a consultas y despachos.
El área del servicio de rehabilitación del hospital se ha dotado del equipamiento necesario para funcionar como unidad de urgencias respiratorias y sala polivalente de ingresados probables de COVID-19 con 34 camas, 10 puestos de sillones, oxigenoterapia para más de 40 puestos y sala de críticos.
Las plazas residenciales para hospitalización también se han aumentado por si fuera necesario su uso. 34 de ellas están disponibles con oxigenoterapia y otras 60 plazas de residencia general.