El expediente se elevará al próximo pleno tras constatarse deficiencias graves en la prestación del servicio en zonas como La Madrila y Peña del Cura
La creciente sensación de abandono urbano en Cáceres ha dejado de ser una queja ciudadana aislada para convertirse en un asunto de fiscalización pública. El Ayuntamiento ha abierto expediente sancionador a la empresa Valoriza, adjudicataria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos, por incumplir diversas condiciones establecidas en el nuevo contrato.
Calles más sucias y barrios olvidados
Vecinos de los barrios cacereños, como por ejemplo La Madrila – Peña del Cura, han alzado la voz en las últimas semanas ante lo que perciben como una limpieza insuficiente, desorganizada y sin control. Las papeleras desbordadas, los contenedores sucios y la falta de baldeo en varias calles han generado un malestar creciente que ahora se traduce en un expediente administrativo con consecuencias económicas.
Un expediente con penalización elevada
El concejal de Servicios Públicos, Pedro Muriel, ha confirmado en comisión extraordinaria que el expediente técnico elaborado por el Ayuntamiento propone una penalización de 144.670 euros. Valoriza ha presentado alegaciones, pero el procedimiento seguirá su curso: será revisado en la próxima comisión informativa y, posteriormente, llevado al Pleno ordinario de junio para su posible aprobación definitiva.
“La supervisión del cumplimiento de los contratos es esencial para garantizar la calidad de los servicios públicos que reciben los cacereños y cacereñas”, ha declarado Muriel, subrayando la importancia de actuar con firmeza ante el incumplimiento.
Un contrato millonario bajo la lupa
El contrato de limpieza viaria y recogida de residuos representa uno de los mayores compromisos económicos del Ayuntamiento con la ciudad. Su vigilancia, control y exigencia no solo son una obligación técnica, sino un compromiso político con el bienestar colectivo.
Comentario editorial DEx
Una ciudad no se barre sola
La limpieza urbana no es una cuestión menor. Define el pulso cívico de una ciudad, la percepción turística, la salud pública y el estado de ánimo de quienes la habitan. Cuando las calles se ensucian y las plazas acumulan desidia, el deterioro no solo es físico: es simbólico. Dice mucho de una ciudad que aspira a crecer, y más aún de quienes deben velar por su mantenimiento.
El Ayuntamiento de Cáceres, al proponer esta sanción a Valoriza, lanza un mensaje necesario: los contratos públicos no son cartas blancas. La gestión privada de los servicios públicos exige escrutinio riguroso, porque detrás de cada incumplimiento hay vecinos que pagan con su bolsillo… y con su paciencia.
Ojalá esta medida no se quede en papel mojado. Porque una ciudad que no se limpia, se abandona. Y Cáceres no merece ni la suciedad… ni la resignación.