Nuqui Fernández en un momento del espectáculo scaled

El Clásico de Cáceres estrena su segunda coproducción extremeña, Menina, soy una puta obra de Velázquez, que aborda el acoso escolar

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  • Proyecto Cultura y la muestra teatral cacereña presentan el miércoles en la plaza de San Jorge un monólogo protagonizado por Nuqui Fernández sobre un personaje que reivindica su propia identidad por encima de todos los cánones de belleza

 Tras la exitosa ‘Conquistadores’, el director Pedro Luis López Bellot se pone al frente del nuevo montaje de la compañía, escrito por él, J. P. Cañamero y Sergio Adillo

 La obra viaja desde el Siglo de Oro hasta el momento presente encarnada en el personaje femenino que pintó Velázquez y en el de quien sufre ‘bullying’ en una escuela de arte a causa de su físico

 Alegato contra el acoso escolar, Menina, soy una puta obra de Velázquez es la segunda de las coproducciones que el Festival de Teatro Clásico de Cáceres estrena en su 33 edición. Realizada por la productora extremeña Proyecto Cultura, la obra, que se presenta este miércoles en estreno absoluto en la plaza de San Jorge (22.30), es el monólogo de una joven, interpretada por Nuqui Fernández, que, debido a su obesidad, sufre las burlas de los demás en una escuela de arte, donde le ponen el mote de “menina”, en alusión al cuadro Las meninas de Velázquez.

Escrito en clave de tragicomedia, la obra viaja desde el Siglo de Oro hasta el momento presente encarnada en el personaje femenino que pintó el artista sevillano y en el de quien sufre bullying. Este personaje se rebela y reivindica su propia identidad por encima de los cánones de belleza que establecen quienes atacan a los más débiles dentro de cualquier ámbito.

Menina, soy una puta obra de Velázquez es el segundo montaje de Proyecto Cultura, tras la exitosa Conquistadores, que aún mantienen en cartel. Con texto de J. P. Cañamero, Sergio Adillo y Pedro Luis Bellot, este último asume la dirección de la obra.

La maldad del ser humano

En escena, la protagonista recorre su biografía de niña de 6 años, cuando un compañero comenzó a llamarla gorda; recuerda su comunión, donde no pudo usar el vestido de su hermana; el instituto, donde adquirió nuevos superlativos y calificativos (ella se quedó con el que le pusieron en clase de Historia del Arte: “menina”) y la universidad, donde quedó como “la gorda del grupo”.

“Es un personaje que lo siento muy mío, que está pegado a mi piel, a mis emociones, y cualquier persona que lo vea se va a sentir identificada con él, porque el bullying es universal. Todo el mundo lo sufre o lo genera”, explica Nuqui Fernández de su papel.

Tal y como lo describen sus autores, la obra “es una tragicomedia con un lenguaje contemporáneo” que habla del “acoso, del insulto, de las vejaciones o la marginación realizada por la sociedad hacia determinadas personas por razones generalmente relacionadas con el aspecto físico, aunque no solamente”.

“Esta menina nos mira a los ojos y nos señala con el dedo para mostrarnos la maldad del ser humano, de ayer y de hoy. Pero también habla de empoderamiento, de superación, de poner en valor lo diferente”.

Según lo define Pedro Luis López Bellot Menina, soy una puta obra de Velázquez fusiona la palabra, la interpretación, la pintura, la belleza con la escenografía, el espacio sonoro, la iluminación. Es un espectáculo total, muy rompedor”.

Las entradas pueden comprarse en la taquilla del Gran Teatro y a través de la web www.granteatrocc.com.


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