Con el fin del curso escolar, «miles de familia afrontan el reto de conciliar el cuidado de los menores con el trabajo durante tres meses. Ni siquiera cogiendo un mes por separado cada uno de los padres se cubre todo el periodo, puesto que quedan las coletillas de finales de junio y principios de septiembre y harían imposible el poder compartir siquiera una semana de descanso toda la familia unida. El caso es aún peor para las familias monoparentales y los que viven lejos de abuelos o tíos por sus ocupaciones».
«La realidad es que muchas familias acaban recurriendo a los campamentos de verano, en muchas ocasiones en los mismo colegios donde estudian los hijos, pero pagando mucho más. Como recordó ayer el INE con el indicador de condiciones de vida, precisamente son los hogares con hijos los que menos recursos disponen para afrontar estos gastos añadidos, por lo que pedimos a las administraciones que se ajusten los calendarios escolares y laboral».
Rodríguez subrayó que «no se trata de alargar las clases. Se trata de que los colegios ofrezcan campamentos de verano donde los niños puedan hacer deporte, jugar, leer… y que sean las administraciones quienes asuman el coste o permitan ofrecer un precio asequible a los padres. No es lo ideal, ni mucho menos, pero se trata de una medida que aliviaría a miles de familias, especialmente a las más vulnerables».
«Ciudadanos ya se ha echo eco de nuestra propuesta, cuando la presentamos en Semana Santa, y ha ofrecido unas posibilidades que deberían estudiarse por los demás partidos y completarla entre todos», dijo el director.
Sin embargo, «la conciliación no es algo que compete en exclusiva a los políticos. Las empresas pueden hacer mucho fomentando el teletrabajo y la flexibilidad laboral. En un momento complicado, será una inversión muy rentable puesto que los trabajadores aumentarán su productividad al no estar pendientes de solucionar dónde o con quién dejar a sus hijos».
