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El futuro de la energía nuclear en España, entre el cierre programado, la incertidumbre económica y la presión social

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Juan Preciado, 13 de febrero de 2025.-El futuro de la energía nuclear en España se encuentra en un punto crítico. Mientras el Gobierno mantiene su hoja de ruta, la presión de la oposición, el sector y parte de la sociedad podría provocar cambios en la estrategia energética del país.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) mantiene firme el calendario de cierre de las centrales nucleares en España, pese a la reciente aprobación en el Congreso de una iniciativa para extender su vida útil. Desde el Ejecutivo insisten en que la decisión de clausurar las instalaciones fue tomada por las propias empresas titulares y no por el Gobierno.

La proposición no de Ley, impulsada por el Partido Popular y respaldada por Vox y UPN, generó un nuevo episodio en la disputa política y económica en torno a la energía nuclear. Mientras el PSOE y Sumar votaron en contra, los partidos independentistas ERC y Junts optaron por la abstención. En la votación producida en el Congreso de los Diputados, los diputados socialistas extremeños, cuatro, votaron también en contra, cuando la región está a favor de la continuidad de la central de Almaraz, donde hay un movimiento ciudadano y político intenso y muy preocupado por el futuro de dicha central, que genera miles de puestos de trabajo desde hace más de cuarenta años.

En tal sentido, la presidenta regional, María Guardiola, ha solicitado al presidente Pedro Sánchez reconsiderar la política fiscal aplicada a estas instalaciones o, en su defecto, que el Estado asuma su explotación directa.

Cabe recordar que el pasado 18 de enero, unas 7.000 personas se manifestaron en Almaraz para exigir la continuidad de la planta, argumentando que es un motor de vida y progreso para la región. La protesta reflejó la preocupación por el impacto económico y laboral que su cierre podría ocasionar.

La situación fiscal complica aún más el panorama. La Tasa Enresa, que el Gobierno incrementó en un 30% en 2024, ha llevado a la central de Almaraz a alertar sobre su asfixia económica. Pese a sus excelentes resultados en 2024, con una producción de 15.655 GWh y la reducción de 5,5 millones de toneladas de CO2, la sostenibilidad de su operación sigue en jaque por la alta carga impositiva.

Cataluña, con tres reactores en funcionamiento, sigue dependiendo en gran medida de la energía nuclear, que representa el 56,9% de su producción eléctrica.

Desde el sector nuclear, se advierte sobre los efectos de la carga fiscal impuesta a estas instalaciones.

El presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha reiterado la necesidad de flexibilizar el calendario de cierre, subrayando que las nucleares generan más del 20% de la electricidad en España y que el avance de las energías renovables sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda.

A esto se suma la falta de soluciones claras para el almacenamiento de residuos nucleares y la adaptación de la red eléctrica. Araluce también ha recordado que España será el único país con centrales nucleares en la UE que decidirá paralizarlas, mientras otros apuestan por su mantenimiento o incluso su expansión.

 


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