
La vía de abordaje transaxilar se realiza mediante una pequeña incisión en la región subclavicular izquierda, donde se suelen hacer las incisiones para el implante de marcapasos y por ahí se accede mediante disección a la arteria axilar, sin tener que abrir el tórax.
Se realiza un punto de sutura en la arteria y con un sistema de punción se procede a la inserción de un introductor por el que van a navegar guías y catéteres hasta el corazón.
El procedimiento es manejado mediante fluoroscopia con rayos X y hace posible el implante de la válvula protésica sin parar el corazón ni someter al paciente a circulación extracorpórea, como sería necesario en una cirugía convencional.
Una vez finalizado el procedimiento, se extrae el material utilizado junto con el introductor, se cierra la arteria y la herida extratorácica practicada, quedando una cicatriz de unos 6 cm, lo que permite una recuperación rápida de los pacientes.
Este primer paciente solo requirió de un día en la Unidad de Cuidados Postoperatorios de Cirugía Cardiovascular (UCP), evolucionando satisfactoriamente y fue dado de alta a su domicilio a los dos días.






