R. DEx, Campo, Madrid-Extremadura.- El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) ha hecho un llamamiento al sector ganadero y veterinario para reforzar la vacunación frente a la enfermedad de la lengua azul, que afecta principalmente a bovinos y ovinos, aunque también a otros rumiantes silvestres.
Fuentes del Ministerio, en un encuentro con medios de comunicación, han recordado que, actualmente, la vacunación no es obligatoria, pero sí la consideran “necesaria” para contener la expansión de la enfermedad.
Desde el Mapa aconsejan a los ganaderos acudir a las oficinas comarcales y a los veterinarios para informarse sobre las vacunas disponibles frente a los serotipos más activos, con el fin de anticiparse a los posibles brotes.
Asimismo, han anunciado que el comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (Rasve) se reunirá a partir de noviembre, coincidiendo con el denominado período de “paz epidemiológica”, para analizar la situación y definir la estrategia de cara al próximo año.
Situación epidemiológica
El Ministerio ha actualizado este miércoles los datos sobre la enfermedad, que actualmente se encuentra presente en numerosas provincias y comunidades autónomas: Galicia, Andalucía, Extremadura, Toledo, Ciudad Real, Murcia, Madrid, Burgos, Ávila, Segovia, León, Soria, Salamanca, Zamora, Palencia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Huesca y Baleares.
Los serotipos implicados en la expansión son el 1, el 3 y el 8, lo que complica la estrategia de vacunación y vigilancia.
Lupa DEx
El llamamiento del Ministerio evidencia una realidad incómoda: la sanidad animal sigue dependiendo más de las recomendaciones que de obligaciones claras. Mientras los ganaderos afrontan pérdidas económicas por cada brote, el marco normativo se queda corto, dejando en manos de la “conciencia” y la capacidad económica de cada explotación la adopción de medidas preventivas.
La dispersión geográfica de la lengua azul es ya preocupante, con focos en buena parte del territorio nacional, y no se puede seguir confiando únicamente en la buena voluntad. Extremadura, región eminentemente ganadera, sabe bien lo que significa un brote para la cabaña y la economía local.
La vacunación debería pasar del consejo al compromiso efectivo, porque las plagas no esperan a debates ni a burocracias.