Rómulo Peñalver, Madrid-Extremadura, 14 de abril de 2025.- Este lunes, el mundo de la literatura ha quedado huérfano de uno de sus gigantes. El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, ha fallecido en Lima a los 89 años, dejando un legado monumental que marcó generaciones enteras de lectores en español y más allá.
Desde Extremadura hasta Madrid, pasando por Andalucía, Cataluña o Castilla y León, las reacciones políticas, institucionales y culturales han sido unánimes en el homenaje a un autor “irrepetible”.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha expresado su pésame sumándose al dolor de la familia del escritor, del pueblo peruano y del mundo de la cultura. “Un autor irrepetible, cuya voz seguirá siempre viva en sus novelas”, escribió en la red social X, antes Twitter. Guardiola ha querido resaltar la dimensión universal del autor de Conversación en la Catedral y La ciudad y los perros, sumando su voz al homenaje coral que se ha alzado desde los más diversos rincones del mundo hispano.
Un legado inmortal
Desde el Gobierno de España, el presidente Pedro Sánchez ha agradecido como lector la “obra inmensa” de Vargas Llosa, calificándolo como un “maestro universal de la palabra”. “Libros clave para entender nuestro tiempo”, ha señalado en su mensaje, al tiempo que ha hecho llegar su pésame a la comunidad internacional de lectores que Vargas Llosa supo tejer con su prosa poderosa y lúcida.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado al escritor como “el monumental autor en español de nuestro tiempo”, una “voz nítida en defensa de las ideas liberales”, subrayando así la dimensión intelectual y política de un autor que nunca rehuyó el debate público.
También la ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha lamentado la pérdida del “último gran representante del boom latinoamericano”, destacando su capacidad para “escribir libros indispensables para comprender la condición humana”.
Un símbolo para generaciones
Desde la Comunidad de Madrid, su presidenta Isabel Díaz Ayuso ha compartido un mensaje personal. “Me siento honrada por haber compartido tantos momentos con este hombre generoso y libre. Le echaremos mucho de menos”, ha afirmado. La afinidad política entre ambos era bien conocida, y la dirigente madrileña ha querido recordar la dimensión humana y el compromiso ideológico del escritor.
Por su parte, la presidenta del Banco Europeo de Inversiones y exministra, Nadia Calviño, ha recordado que Vargas Llosa deja tras de sí “un inmenso legado que ya forma parte de la historia de nuestra lengua”.
Adiós a un coloso de la palabra
Vargas Llosa, Premio Nobel en 2010, había nacido en Arequipa, Perú, en 1936. Fue autor de una vasta obra narrativa, ensayística y periodística que revolucionó las letras en lengua española. Su compromiso con la libertad individual y su participación en la vida política –incluida su candidatura a la presidencia del Perú en 1990– lo convirtieron en una figura pública de primer orden, a veces controvertida, siempre influyente.
La literatura pierde hoy a uno de sus pilares. Pero como ha escrito Guardiola desde Extremadura, su voz “seguirá siempre viva en sus novelas”. Y es que, como solo ocurre con los grandes, Vargas Llosa no muere del todo: queda su obra, viva, punzante, eterna.