Paco de Borja, Cáceres, 11 de julio de 2025.- El arte contemporáneo en Cáceres sigue construyendo puentes con el mundo. El Museo Helga de Alvear acaba de formalizar el nombramiento de los cinco miembros que conformarán su renovado Consejo Asesor Artístico, un órgano clave para definir la orientación creativa y estratégica de la institución.
El Patronato de la Fundación Helga de Alvear aprobó en su última reunión la incorporación de Vicente Todolí, que se suma a los ya presentes Ute Meta Bauer y Udo Kittelmann, bajo la presidencia de Patricia de Alvear, hija de la mecenas alemana que da nombre al museo. Completa el quinteto la directora del centro, Sandra Guimarães, como parte esencial de este equipo de prestigio.
Con este nuevo consejo, el museo refuerza su papel como referente en el panorama artístico internacional y consolida su compromiso con un discurso innovador y plural.
Un equipo con visión global
Patricia de Alvear asume la presidencia del consejo en sustitución de su madre. Con una trayectoria vinculada al mundo del arte desde sus años en el Guggenheim de Nueva York y el Institute of Contemporary Arts (ICA) de Londres, Patricia aporta la experiencia de quien ha trabajado en grandes proyectos internacionales como la apertura del Guggenheim Bilbao o las primeras ediciones de la Bienal de Lyon.
Le acompaña Sandra Guimarães, actual directora del museo y con más de dos décadas dedicadas a las artes visuales en centros de referencia como Bombas Gens en Valencia, Remai Modern en Canadá y el Museu Serralves en Oporto. Su práctica curatorial ha destacado por fomentar discursos sociales críticos y encuentros inesperados en el arte contemporáneo.
Tres figuras clave en la escena mundial
El trío de asesores externos lo encabeza Vicente Todolí, una de las voces más influyentes en el arte contemporáneo europeo. Desde su etapa en el IVAM valenciano y el Museu Serralves hasta su dirección de la Tate Modern de Londres, Todolí ha dejado huella en instituciones que hoy marcan tendencia. Actualmente dirige el Pirelli HangarBicocca en Milán y asesora a centros como el Centro Botín en Santander.
Junto a él, Ute Meta Bauer, fundadora del CCA de Singapur y referente en discursos artísticos transdisciplinarios con enfoque socio-político. Su participación en Documenta 11 y en la Bienal de Berlín la sitúan como una curadora de mirada aguda y compromiso social.
Cierra la terna Udo Kittelmann, exdirector de la Nationalgalerie de Berlín, con una carrera jalonada de exposiciones icónicas y una habilidad reconocida para articular narrativas entre el arte moderno y contemporáneo.
Un órgano para pensar el futuro
Según los estatutos de la Fundación Helga de Alvear, el Consejo Asesor Artístico actúa como órgano consultivo para las cuestiones artísticas y de gestión que el Patronato somete a su consideración. Sus miembros, elegidos por su prestigio internacional y conocimiento del sector, serán fundamentales para definir la programación y las futuras adquisiciones del museo.
Cáceres, epicentro cultural
Con la renovación de su consejo, el Museo Helga de Alvear consolida su posición como faro del arte contemporáneo en la Península Ibérica. Una institución que no solo alberga una de las colecciones privadas más importantes de Europa, sino que sigue abriendo ventanas al mundo desde el corazón de Cáceres.
LUPA DEx
Cáceres, capital del arte… pero con los pies en la tierra
El Museo Helga de Alvear sigue haciendo los deberes para mantener su sello de calidad internacional. El nuevo Consejo Asesor Artístico no es un comité cualquiera: son cinco nombres de peso, con currículums que quitan el hipo y contactos que abren puertas en Berlín, Londres, Milán o Singapur. Patricia de Alvear toma el relevo de su madre al frente de un órgano que, sin duda, reforzará el prestigio del museo.
Pero aquí, en la LUPA, no podemos evitar pensar en la letra pequeña: ¿ qué estamos haciendo desde Extremadura para acompañar este salto al mundo? ¿Dónde están las políticas culturales que arropen a un museo de este calibre? Porque no basta con traer grandes nombres si el resto del ecosistema cultural cacereño sigue malviviendo entre subvenciones tardías y salas vacías.
El Helga de Alvear es un tesoro. Sí. Un lujo para Cáceres y para Extremadura. Pero un lujo que exige más compromiso de quienes gobiernan: educación artística en las aulas, apoyo real a los creadores locales, y un turismo cultural que no se quede en las fotos de Instagram de famosos que visitan esta joya artística y cultural.
La cultura no puede ser solo un escaparate con brillo internacional; tiene que ser también un tejido que se nutra de abajo arriba. El consejo ya está. La colección, también. Ahora hace falta una política cultural que esté a la altura.