Los vecinos afectados por tales inundaciones se preguntan: ¿Hasta cuándo, alcalde Sr. Mateos?
R. DEx, 18 de marzo de 2025.- En el paraje conocido como Cuarto del Baño, el aislamiento no es solo una cuestión geográfica, sino también política. La semana pasada, Rafael Mateos, alcalde de la ciudad, abordaba el tema del Camino Público Montealmeida durante una entrevista radiofónica. Su respuesta ante la pregunta sobre la falta de acceso para los vecinos de las fincas rústicas de la zona, lejos de ser una solución, solo profundizó la frustración de aquellos que, desde hace años, luchan por la recuperación de su derecho a la libre circulación.
El Camino Montealmeida, un antiguo trayecto público que aparece en cartografía histórica desde finales del siglo XIX, fue cortado en agosto de 2017 por el propietario de la finca La Jabalina. Un alambrado y una imponente atalaya de hierro blindado sellaron lo que históricamente había sido una vía de acceso. Sin embargo, el problema no reside únicamente en la acción de este propietario, sino en la respuesta del Ayuntamiento de Cáceres. A pesar de que la Junta de Extremadura había incluido este camino en el Catálogo de Caminos Públicos, el gobierno municipal, liderado por la entonces alcaldesa Elena Nevado, decidió reducir drásticamente la cantidad de kilómetros considerados públicos, dejando fuera el Montealmeida.
A día de hoy, el camino sigue siendo objeto de un arduo proceso judicial en busca de su restauración como vía pública.
Sin embargo, el mayor golpe a la dignidad de los vecinos no llega en forma de alambradas ni decisiones administrativas. La verdadera tragedia se cierne sobre ellos cada vez que el río Salor sube de nivel y cubre el único puente de acceso a sus viviendas. Con el agua impidiendo el paso, decenas de familias quedan atrapadas, sin poder salir ni entrar, y sin que el Ayuntamiento de Cáceres se haya preocupado por la situación.
Durante este tiempo, ha sido la Guardia Civil de Aliseda, bajo el mando del sargento Pedro Durán, quien ha asumido la responsabilidad de llevar víveres, medicinas y alimentos para los animales, mientras el gobierno municipal permanece indiferente.
El aislamiento físico que padecen los vecinos es ahora un reflejo del aislamiento político al que están condenados. Los vecinos afectados se preguntan: ¿Cómo es posible que el Ayuntamiento de Cáceres no se haya interesado por el bienestar de sus ciudadanos en una situación tan crítica?
El Sr. Mateos y su equipo de gobierno municipal parecen haber olvidado a estos vecinos, cuya lucha por recuperar su derecho al acceso a la vía pública no ha encontrado el apoyo necesario de sus representantes.
Con una nueva borrasca a la vista, la incertidumbre crece. El tiempo sigue pasando, las promesas se desvanecen y la pregunta persiste: ¿hasta cuándo los vecinos de Cuarto de Baño seguirán olvidados? ¿Hasta cuándo, Sr. Mateos? La respuesta, parece, está aun sobre la mesa. Pero…La sentencia ya es firme y es un camino público del que el Ayuntamiento debe hacerse cargo haciendo las obras pertinentes para su adecuación.