JOAN MARGARIT

El poeta catalán Joan Margarit, Premio Cervantes 2019

CULTURAESPAÑA
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El poeta Joan Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938) ha sido galardonado con el Premio Cervantes, como ha anunciado este jueves el Ministerio de Cultura. El galardón, quizás el más prestigioso de las letras en español, reconoce la obra de un autor «cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española» y está dotado con 125.000 euros.
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El premio a Margarit, para quien su lengua materna, el catalán, tiene un peso clave en su obra, es también un guiño a la realidad plurilingüística española. «A este galardón», explica Cultura, «puede ser propuesto cualquier escritor cuya obra literaria esté escrita, totalmente o en su parte esencial», en castellano. El pasado lunes, el Gobierno reconocía con el Premio Nacional de las Letras Españolas a Bernardo Atxaga, autor que ha construido el grueso de su producción en euskera.

Así lo ha entendido expresamente el jurado, que le ha reconocido «su obra poética de honda trascendencia y lúcido lenguaje, siempre innovador». «Ha enriquecido tanto la lengua española como la lengua catalana y representa la pluralidad de la cultura peninsular en una dimensión universal de gran maestría», decía el ministro de Cultura, José Guirao, leyendo las palabras del jurado a las dos de la tarde del jueves. Al fallo del jurado, Guirao ha añadido su satisfacción por el premio a «un grandísimo poeta en lengua española y catalana». Aunque Margarit comenzó su carrera poética en español, luego trasladó su escritura al catalán, el idioma de la casa en la que creció y en el que vive. Durante años, otros traductores y poetas se encargaban de trasladar sus versos al castellano, pero a partir del libro Estació de França/Estación de Francia (1999) comenzó él mismo a ocuparse de lo que no considera una traducción, sino una versión de sus poemas.

Margarit es uno de los poetas españoles más respetados y celebrados, y tiene en su haber galardones como Premio Nacional de Poesía (2008), Premi Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya (2008), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017, siendo el primer español en ganarlo) o el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2019). El poeta es autor de poemarios como Joana (2002), Calcul d’estructures/Cálculo de estructuras (2005), Casa de misericordia (2008, el título que le valió el Premio Nacional) o No era lluny ni difícil/No estaba lejos, no era difícil (2011), y de ensayos como Nuevas cartas a un joven poeta (2009), Un mal poema ensucia el mundo (2016) y Para tener casa hay que ganar la guerra, un título autobiográfico. Pero el escritor, de 81 años, sigue plenamente en activo: su último libro, Un hivern fascinant / Un asombroso invierno, recogió muy buenas críticas el pasado año.

En su anterior edición, el Premio Cervantes sorprendió saltándose su norma no escrita de alternar autores latinoamericanos y españoles, premiando a la uruguaya Ida Vitale tras haber reconocido al nicaragüense Sergio Ramírez en 2017. Con este galardón, el jurado vuelve, pues, a su camino habitual. El anterior autor español señalado por el Cervantes fue Eduardo Mendoza, en 2016, y el anterior, Juan Goytisolo, premiado en 2014, ambos catalanes. Sin embargo, la lengua catalana no tenía en la obra de ninguno de estos autores el lugar central que ocupa en la de Margarit.

En numerosas ocasiones ha contado el poeta que la mayoría de sus versos nacen en catalán, y que encuentran luego no una traducción, sino una versión en castellano. A menudo sus libros se publican en ediciones bilingües, o simultáneamente en catalán y en español. En el prefacio de Estació de França/Estación de Francia, avisa: «Este es un libro de poesía bilingüe. No se trata de poemas en catalán traducidos al castellano, sino que están escritos casi a la vez en ambas lenguas«. Este es el resultado, explica, de las «circunstancias lingüísticas» de muchos de quienes nacieron en una familia catalana en o tras la Guerra Civil. «Comencé escribiendo en castellano como una respuesta normal desde el punto de vista cultural: no tenía cultura en ninguna otra lengua. Pasé a escribir en catalán buscando lo que una persona tiene más profundo que la cultura literaria». En este mismo texto, Margarit habla de «la única normalización posible»: «No renunciar a nada de cuanto tengo y que he ido adquiriendo en mi viaje poético».

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