El Partido Popular en el Ayuntamiento de Cáceres
ha lamentado que la partida destinada este año al WOMAD que ascendía a
119.000 euros por parte del consistorio, se vaya a destinar única y
exclusivamente a las obras de mejora del Gran Teatro de Cáceres.
Para el Portavoz Popular estas obras son necesaria pero no una prioridad en
estos momentos de crisis económica y social por los que estamos pasando, por
ello, ha propuesto que ese dinero fuera única y exclusivamente a ayudar al
sector cultural en Cáceres, y a llevar a cabo la puesta en marcha de una
programación acorde a estos tiempos, que ayudara a crear trabajo a este
sector cacereño.
Los Populares han manifestado que si tan importantes son estas obras, por
qué las administraciones donde gobierna el PSOE y que forman parte del
Consorcio Gran Teatro, no las habían contemplado en sus presupuestos, ni
habían propuesto que estuvieran recogidas en el propio presupuesto del
Consorcio.
Mateos ha lamentado que Salaya y su equipo de gobierno engañaran a la
corporación y a los cacereños el pasado mes de mayo, cuando aseguró que
esa partida ya había sido depositada en el Consorcio Gran Teatro, cuando los
hechos han demostrado esta misma mañana en la Comisión de Economía y
meses después, que esto no había sido así.
El Portavoz de los Populares ha afirmado que defiende siempre la necesidad
de mejorar las instalaciones en Cáceres, pero no a costa del sector cultural,
que tanta ayuda necesita en estos momentos.
Rafa Mateos ha resaltado que el PP va a defender la cultura y va a apoyar al
sector cultural, pero no pueden dejar de criticar la gestión de Salaya y del
PSOE en este asunto, porque ha sido un desastre.
FALTA DE TRANSPARENCIA
Por otro lado, el Portavoz de los Populares ha denunciado que el portal de
transparencia del consistorio cacereño lleve sin actualizarse desde el mes de
septiembre del 2019.
Para los Populares es incomprensible que el PSOE hace tan solo unos
meses alardeara públicamente de transparencia cuando la realidad es muy
distinta, el Ayuntamiento de Cáceres con Salaya al frente ha pasado a ser uno
de los consistorios más oscuros y menos transparentes con los cacereños.
