R. DEx, 14 de marzo de 2025.- A pesar de los esfuerzos institucionales y las campañas de concienciación, la violencia de género sigue siendo una realidad lacerante en Extremadura. El Ministerio del Interior tiene registrados en el Sistema VioGén un total de 2.698 casos activos de víctimas de esta lacra en la región, una cifra que revela la persistencia del problema y la necesidad de seguir reforzando las medidas de protección y apoyo a las víctimas.
Los datos, actualizados a 28 de febrero de este año, muestran una realidad alarmante: 33 mujeres se encuentran en situación de riesgo alto y 460 en riesgo medio. Afortunadamente, no hay casos en nivel extremo, pero el hecho de que 1.309 estén catalogados como de riesgo bajo y en 896 casos no se aprecie peligro inminente no significa que la amenaza haya desaparecido. La violencia machista es un fenómeno que, en muchas ocasiones, permanece latente, listo para estallar en cualquier momento.
Sin embargo, la sombra de la violencia no solo afecta a las mujeres que la sufren en primera persona, sino también a sus hijos e hijas. De los casos activos en la región, 1.420 corresponden a mujeres con menores a su cargo. En 65 de ellos, los menores corren el riesgo de ser agredidos por el maltratador de su madre. Seis de estos casos se encuentran en riesgo alto y 59 en medio. Además, la estadística de Interior refleja que hay 329 menores en situación de vulnerabilidad, una cifra que pone en evidencia la necesidad de reforzar la protección a la infancia en estos contextos.
Las cifras, aunque frías en apariencia, reflejan historias de dolor, miedo y lucha. Mujeres que conviven con la incertidumbre diaria, que buscan protección para sí mismas y para sus hijos, que intentan reconstruir sus vidas a pesar del trauma. Detrás de cada número hay rostros, nombres y vidas truncadas por la violencia.
Extremadura cuenta con recursos para atender a las víctimas: dispositivos policiales de protección, casas de acogida, asistencia psicológica y jurídica, pero los datos reflejan que aún queda camino por recorrer. La sensibilización y la educación son claves para prevenir y erradicar la violencia de género, al igual que la denuncia y la intervención temprana. Sin embargo, muchas víctimas siguen atrapadas en el silencio por miedo, por dependencia económica o emocional, por la falta de redes de apoyo.
Las instituciones, la sociedad y los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la lucha contra la violencia de género. Visibilizar la problemática, ofrecer recursos accesibles y fomentar una cultura de tolerancia cero hacia el maltrato son pasos imprescindibles para que algún día las cifras no sean necesarias porque la violencia de género haya sido erradicada.