R. DEx, Jerte, 12 de agosto de 2025.- . El aroma dulce y la vista roja intensa del Valle del Jerte volvieron a ser protagonistas este martes en la entrega de los Premios 2025 a la cereza y la picota más grande, la mejor fotografía y a las cooperativas más colaboradoras, un certamen organizado por la Sociedad para la Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte, presidida por Felisa Cepeda Bravo.
El acto, presidido por el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, sirvió para ensalzar la capacidad de la comarca para transformar lo que en sus orígenes fue “una historia de superación” en un motor de desarrollo económico, turístico y social.
“El Valle del Jerte ha sabido fijar población, atraer inversiones y potenciar el desarrollo de una zona espectacular de Extremadura”, destacó Bautista.
Los frutos más grandes del año
La cereza más grande del certamen fue cultivada por Pilar Torres, de la Cooperativa del Campo de Navaconcejo, con un calibre de 41,64 mm. En la categoría de picota, el galardón recayó en Jesús Olmedo, también de la misma cooperativa, con un calibre de 34,79 mm.
En el apartado cultural, el Premio Fotográfico “Mi Cerezo, el cerezo más bonito” se lo llevó María Amparo Carrón, con una imagen “entrañable” que, según el jurado, captura “el espíritu familiar de la Cerecera y cómo el saber se transmite de generación en generación”.
Visita institucional a Jerte
Tras la entrega de premios, el consejero Bautista realizó una visita institucional a la localidad, acompañado de la alcaldesa, Felisa Cepeda. El recorrido incluyó el Centro de Interpretación de la Reserva Natural Garganta de los Infiernos y una reunión con la corporación municipal para abordar proyectos y necesidades locales.
La alcaldesa agradeció la presencia del consejero y subrayó el valor del respaldo autonómico:
“Contar con el apoyo de la Junta de Extremadura nos permite avanzar en nuestras prioridades y ofrecer mejores servicios a nuestros vecinos”, afirmó Cepeda.
Con sus cerezas y picotas como bandera, el Valle del Jerte sigue cosechando algo más que fruta: reconocimiento, turismo y futuro.