Ellas también hacen brillar Mérida: las mujeres que abren camino en la limpieza y recogida de residuos
Rompen estereotipos en un sector históricamente masculino.
Su esfuerzo y vocación mantienen limpia y cuidada la ciudad.
Historias de orgullo, igualdad y compromiso con Mérida.
Mérida. 6 de octubre de 2025.
Durante décadas, el servicio de recogida de residuos y limpieza viaria de Mérida ha estado dominado por hombres. Sin embargo, algo está cambiando. Hoy, cada vez más mujeres forman parte del equipo que, con más de noventa trabajadores, se encarga cada día de mantener la ciudad limpia y cuidada.
Su presencia marca un antes y un después en un ámbito tradicionalmente vinculado al esfuerzo físico. “Poco a poco vamos demostrando que este no es un trabajo exclusivo de hombres”, asegura Nerea Sanguino, operaria de recogida de residuos. Para ella, trabajar en este servicio no solo supone un empleo estable, sino también una forma de contribuir al bienestar común. “Me gusta saber que con mi trabajo mejoro la calidad de vida de todos”, afirma con orgullo.
Nerea reconoce que esta experiencia profesional ha sido “enriquecedora”, y destaca la formación recibida desde el inicio. “La empresa me ha facilitado cursos de seguridad y manejo de herramientas. Gracias a eso me he sentido más preparada y segura”, explica. Además, subraya el valor de ver el resultado directo de su esfuerzo: “Cuando dejas una calle limpia y ves el entorno mejorado, sientes que tu trabajo importa”.
De los recuerdos de la infancia al orgullo profesional
Otra de las protagonistas es María Eugenia del Puerto, operaria de limpieza desde hace tres años, que recuerda cómo nació su vocación. “De pequeña me llamaba la atención ver a los barrenderos del barrio siempre alegres y saludando. Tengo ese recuerdo con mucho cariño”, cuenta.
Aquella imagen infantil se transformó en una elección profesional. “Siempre me ha gustado trabajar cara al público y pensé que no hay trabajo más público que este: mi público es toda mi ciudad”, afirma.
Desde que comenzó, ha descubierto la complejidad del oficio: “No solo es barrer. Es un trabajo variado, con muchas responsabilidades y herramientas distintas. Me ha sorprendido para bien”.
La empresa le ha ofrecido igualdad de oportunidades y la posibilidad de crecer profesionalmente. “Estoy preparándome para conducir vehículos pesados, y si apruebo, seré la primera mujer en hacerlo en Mérida. Me siento parte del cambio”, asegura.
María Eugenia también valora el trato cercano de la ciudadanía: “Aunque parece un trabajo solitario, estás en contacto constante con la gente. Que un vecino te ofrezca un café cuando llueve o te dé las gracias hace que todo esfuerzo merezca la pena”.
Rompiendo moldes y abriendo puertas
Nerea y María Eugenia comparten una misma convicción: las mujeres también tienen mucho que aportar a este sector. “Les diría a otras mujeres que no tengan miedo, que es un trabajo digno, necesario y muy gratificante”, subraya Nerea.
Su ejemplo inspira a otras y demuestra que la igualdad también se construye desde lo cotidiano, desde los oficios que dan vida a la ciudad. Con su esfuerzo, profesionalidad y compromiso, estas nueve mujeres están haciendo historia en Mérida, contribuyendo a mantenerla limpia y a la vez más igualitaria.
Porque, al fin y al cabo, “Cuidar Mérida tiene su historia”.
Redactado por María Surribas.
Consultora de Comunicación y Marketing Digital