hemiciclo asamblea
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Las elecciones autonómicas en Extremadura, han dado una mayoría en escaños, uno solamente no se olvide, a las opciones políticas situadas a la derecha, me resisto a estas alturas del siglo XXI a simplificar las ideologías en izquierdas y derechas, frente a las que se deberían sentar a la izquierda del hemiciclo según se mira desde el mismo y no cuando se contempla, equivocación arrastrada desde hace años, si se sentasen bien, conforme a un correcto protocolo, las derechas serían izquierdas y viceversa.

Dicho lo anterior, en la Asamblea de Extremadura se sientan 61 diputados constitucionalistas y cuatro que no lo son, y la primera premisa entre demócratas y constitucionalistas sería la de pactar, en ausencia de mayorías, entre los que son de la misma especie, dejando al margen a los totalitarios, que de dos clases son: los  comunistas, fascistas y nacionalsocialistas, todos con origen en lo que denominamos la izquierda y el socialismo marxista, y que básicamente se definen por querer imponer determinados conceptos de pensamiento y organización a la sociedad, terminando con las libertades individuales de todo tipo, persiguiendo a las minorías, y estableciendo una dictadura de terror y represión, los segundos, aquellos que quieren acabar con el sistema constitucional para imponer otro, más pequeño y a su medida local, posiblemente sectario y discriminatorio por razón de origen, cultura o raza, en España esos partidos se llaman independentistas, y en Extremadura de los primeros tenemos a los cuatro diputados de Podemos.

Los partidos constitucionalistas han cometido y cometen el error de pactar con los totalitarios, de todo signo y condición, antes que buscar el acuerdo entre ellos, es equivocación cometida por el PP y por el PSOE, en un insuperable complejo para evitar la gran coalición entre ellos como ocurre en el resto de la Unión Europea, tras años de democracia consolidada han primado en ambos partidos los prejuicios ideológicos frente al interés nacional. El tercer partido constitucionalista, Vox, todavía no ha iniciado su política de pactos, es constitucional, dicho en riguroso análisis político, aunque pretenda reformar la Constitución en los términos que legítimamente considere en libertad democrática, pues a ello tienen derecho; y es constitucional por respetar los principios básicos que son el soporte de la misma, así como los procedimientos establecidos para su reforma, solicitando su aplicación en detalle y el rigor que todos deberíamos exigir a un Estado de Derecho, así, partiendo de la base de que España lo es, alguien en justa, equilibrada y documentada reflexión puede escandalizarse cuando se pretenda que la admisión de inmigrantes en España sea mediante curso legal, ¿acaso puede permitirse que se haga de forma ilegal o que se permanezca en nuestro país de la misma manera? De igual manera cuando se dice que la violencia es siempre violencia, sin mayor calificativo y debe ser perseguida contundentemente sin demora y con equidad, ¿cabe pensar en distinciones en la intensidad ética, moral o legal en la persecución y condena de la violencia en función de quien la ejerce? Si estas preguntas se hiciesen al margen del manido y superado debate político conseguirían la práctica unanimidad de todos los españoles, es sólo cuestión de sentido común, más allá del mayor o menor conocimiento. Visto todo lo anterior, las calificaciones de extrema izquierda o izquierda extrema y viceversa, son pueriles, inconsistentes, fuera de la realidad politica y propias de manifestaciones interesadas que pretenden encasillar al otro en mal lugar, lo que está superado socialmente, pues la misma mentira dicha muchas veces no por ello llega a ser verdad.

Por todo ello en la Asamblea de Extremadura caben matemáticamente cuatro pactos, pero tres pactos de verdad, dejando a parte los postureos y los complejos: un pacto a tres, de todos los constitucionalistas, un pacto PSOE + VOX, otro PSOE +PP, y finalmente uno PP + VOX, romperse las vestiduras o descalificar a los otros imputándoles lo que no son es un juego demagógico impropio de políticos serios y formados, otra cosa es que efectivamente los tengamos.

Y ¿qué es pactar un gobierno? Pues es muy sencillo, cuando no llegas tienes que buscar complemento y cuando necesitas complemento tienes que acordar un programa de gobierno, que no puede ser solamente el tuyo porque no tienes mayoría, y eso debe hacerse con rigor, seriedad y claridad; los juegos florales y las manifestaciones improvisadas no caben en esos procesos, ni en la política, ni en ningún sitio. Pretender el complemento necesario a cambio de nada, tampoco, pues el resultado electoral lo que dice es que los extremeños quieren gobiernos de coalición y han votado mayoritaria y minoritariamente en ese sentido, llevándonos a unos resultados que obligan al pacto, de verdad, y al correcto entendimiento. ¿Darán nuestros políticos la talla sin complejos ni tactismo político? ¿O nos llevarán a nuevas elecciones? Tampoco es malo, podremos elegir con conocimiento de casusa sobre la responsabilidad de cada cual en el proceso que a ellas nos lleve.

Esperemos movimientos, deseamos que serios…

Hugo de Andrade


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