Eugenio, asesino confeso de Manuela Chavero.

Eugenio, asesino confeso de Manuela Chavero: «Pido perdón a la familia»

«En cuanto los agentes de la UCO le colocaron las esposas, Eugenio quiso hablar. Entendió inmediatamente que si los especialistas de la Guardia Civil en homicidios y desaparecidos habían llegado hasta él significaba que lo tenían todo muy atado. Su detención era el último paso. Por eso quiso confesar. El Confidencial ha tenido acceso en primicia a su primera confesión: «El día dos o tres de julio, viajé a Huelva a visitar a un matrimonio amigo mío. Estaban de vacaciones en El Portil. Con ellos pasé un día o día y medio. Después me desplacé a Isla Cristina a ver a otro amigo. Desde allí regresé a casa. Llegué a Monesterio el cuatro de julio. Me fui directo a mi casa en la calle Sevilla. La que está en el centro del pueblo. Ya vivía solo. Llegué a mi domicilio, aparqué el coche, deshice las maletas. Lo recogí todo. Había comprado un pescado en la lonja de Isla Cristina, era muy grande me puse a prepararlo para conservarlo. Tenía tal tamaño que no me cabía todo en la nevera y pensé llevarlo a la antigua casa de mi madre. Cuando estaba llegando vi que en la vivienda de Manuela había luz en una de las habitaciones, concretamente en la esquina, y recordé en ese momento que en mi casa tenía una cuna que era suya. Ella me había dicho días antes que tenía que devolvérsela».
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