En un esfuerzo por preservar más de 7.200 kilómetros de vías pecuarias, que abarcan una superficie de más de 30.000 hectáreas en Extremadura, organizaciones conservacionistas y ecologistas han hecho una llamada a las administraciones para proteger estos caminos públicos durante el IV Día de las Vías Pecuarias, que se celebra este fin de semana.
Estos caminos, que incluyen cañadas, cordeles, veredas y coladas, son parte integral de la región y han sido utilizados desde tiempos inmemoriales para la práctica de la trashumancia, un método de pastoreo nómada recientemente declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La Junta de Extremadura, a través de la Dirección General de Infraestructuras Rurales, está trabajando para fomentar el uso ganadero de estas rutas, con especial atención en los caminos del norte cacereño. “El paso del ganado no solo ayuda a esparcir semillas, sino que también actúa como un cortafuegos natural, manteniendo viva la tradición de los trashumantes”, afirma José María Sánchez Cordero, director general.
Sin embargo, la usurpación de terrenos por parte de propietarios colindantes representa un desafío significativo. La red de agentes del Medio Natural de la Junta está encargada de supervisar y denunciar estas infracciones, que a menudo resultan en sanciones.
En acciones específicas, la Junta ha logrado recuperar segmentos de estas vías, como en la Cañada Real de Santa María de Araya en Mérida, donde se han restaurado mojones históricos, mejorado el camino y señalizado nuevos servicios para el ganado.
Este fin de semana, Extremadura no solo celebra su rica herencia cultural, sino que también reafirma su compromiso con la conservación de un legado que es esencial tanto para su biodiversidad como para su identidad histórica.