Médicos en pie de guerra
La profesión médica vuelve a plantarse frente al Ministerio de Sanidad. En Extremadura habrá concentraciones en Cáceres y Badajoz como parte de la segunda gran huelga nacional de médicos en lo que va de año.
El pulso por el Estatuto Marco
R. DEx, Mérida/Cáceres/Badajoz.- 2 de octubre de 2025.- La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) convocan este viernes una nueva jornada de paro para exigir un Estatuto Marco propio, adaptado a las singularidades de la profesión.
Los facultativos extremeños, llamados a secundar la protesta, denuncian que el texto que defiende Sanidad no reconoce su labor ni sus condiciones específicas, y reclaman medidas como la voluntariedad de las guardias, la jornada de 35 horas y la creación del grupo A1+.
Los sanitarios extremeños se unirán a las movilizaciones previstas en todo el país con actos en las dos capitales provinciales.
En paralelo, habrá marchas y concentraciones en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Oviedo o Valladolid, entre otras ciudades. El mensaje común: “unidad de la profesión” frente a lo que consideran una falta de voluntad negociadora por parte del Ministerio que dirige Mónica García.
Respaldo creciente y amenaza de más paros
La huelga cuenta con el apoyo de la Organización Médica Colegial (OMC), el Foro de la Profesión Médica y agrupaciones profesionales como APEMYF. Además, los sindicatos del Ámbito de Negociación (SATSE, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde) han advertido de “acciones contundentes” si Sanidad mantiene su postura y cierra en falso la negociación.
Lupa DEx
El pulso entre médicos y Sanidad vuelve a poner en evidencia un problema de fondo: la incapacidad de actualizar de manera consensuada una normativa clave para el sistema sanitario, vigente desde 2003.
En Extremadura, donde las plantillas ya arrastran déficit y sobrecarga asistencial, cualquier paso en falso puede derivar en un deterioro aún mayor de la atención al paciente.
La huelga de este viernes no es solo un aviso, es un grito: sin médicos reconocidos ni motivados, el SNS se resquebraja.