Ha fallecido en la pasada madrugada de este 8 de septiembre, Día de Extremadura, a la que tanto amaba, Elpidio Bernáldez Solano, cuyo óbito ha causado gran emoción en aquellos que le conocíamos y queríamos en la profundidad de los sentimientos, abigarrados y producto de una relación » de toda una vida».
Elpidio Bernáldez nació en Piedras Albas. Desde que se afincó en Cáceres, su pasión por la ciudad y por Extremadura, fue el leitmotiv de su existencia, amén de su oficio, maestro de la costura junto a su hermano Leo, con el cual abrió una boutique de moda en la cacereña calle de San Pedro de Alcántara, referencia del buen vestir con repercusión hacia el exterior, no en vano fueron numerosos artistas y actores los que confiaron en su gusto y creatividad, amén de cientos de novias y madrinas.
Asimismo, Bernáldez desarrolló su labor en el Hospital Provincial de Cáceres hasta su jubilación. Al margen de su profesión, y a lo largo de su prolífica existencia, promovió la Asociación Musical Cacereña, de la que fue presidente durante más de 30 años. Los conciertos en el Aula de Cultura de Caja Extremadura fueron constantes durante décadas, y la aportación de dicho colectivo a la formación y entrenenimiento por la música clásica, encomiable siendo él su principal valedor.
Además, Elpidio Bernáldez dedicó parte de su vida a recopilar noticias, artículos, reportajes, imágenes, de la prensa regional extremeña y de revistas que se ocuparan de Extremadura y los extremeños, principalmente aquellos que por su proyección hubieran destacado en cualquier tipo de actividad o acción. Por otra parte,fue uno de los promotores de la Asociación Calle Mayor de Extremadura, para aunar esfuerzos por la unión de ambas provincias y contribuir al progreso regional, de ahí que a la polémica carretera que une a las dos capitales se la denominara así, Calle Mayor de Extremadura.
Fruto de la colección de recortes de periódicos, Elpidio Bernáldez, que era primo hermano del sin par maestro Solano, aglutinó más de cuatro mil que fueron donados al Mueso Pedrilla , dependiente de la Diputación de Cáceres.
En la actualidad, junto a su esposa Eugenia, hijos y nietos, gozaba de una merecida jubilación que se ha visto truncada con su repentina muerte, a los 89 años de edad.
Descanse en paz tan gentil hombre, cacereño y extremeño, que hizo de su bonhomía una de la razones de su vida, además de una gran entrega por la comunicación entre los extremeños de toda índole a través de la cultura y la concienciación social.
