Paco de Borja, nueve de diciembre de 2024.- No por esperada, debido a una larga y cruel enfermedad, deja de conmover la pérdida de un ser excepcional como Pilar Bacas, que se ha ido a a la Eternidad a los 74 años, después de luchar hasta los límites que ofrece el organismo humano por seguir en esta vida, a la que se aferró hasta el último soplo.
Definir a Pilar Bacas resulta contradictorio por mi parte porque por un lado, resulta fácil desglosar su prolífico y diverso curriculum vitae y profesional, pleno de investigaciones, estudios, publicaciones, años de enseñanza y repleto de un activismo social de enorme significado dada la sin par personalidad y carácter que exhalaba por todos sus poros.
Por otra, es complicado dados los sentimientos que afloraban desde y para ella de quienes la conocimos y quisimos, más bien queremos, porque a Pilar se la querrá hasta donde está ya, la Eternidad y solo pensarla nos emociona sobremanera.
Mi vínculo con ella procede de la relación que su padre y el mío tuvieron, intensa y extensa, que más tarde se reflejó en la nuestra, coincidiendo en diversos avatares tanto profesionales, culturales como reivindicativos ya que nos unía el profundo amor por nuestra ciudad, de la que defendemos ante todo su calidad de vida por encima de intereses espurios que tanto dañan la convivencia entre las personas.
Pilarín, como los íntimos la llamábamos, demostró desde su atalaya de mujer inteligente, perseverante y amiga de sus amigos, que a esta vida se viene a aportar no a pasar de largo y si hay que luchar y reivindicar » para eso estamos, Paco».
Desde colectivos al uso o de manera individual, Pilar Bacas marcó una impronta con su » savoir faire» y su insistencia, a través de sus estudios, investigaciones y publicaciones, amén de sus años de enseñanza que tanto le marcaron, siendo una genuina defensora, entre otros considerandos vitales, de una ciudad, como la de Cáceres, más habitable, más vivible, más medioambiental, como su permanente y pública lucha, más cultural, era frecuente verla en actos sociales, literarios, artísticos y musicales varios, habiendo formado parte de Cáceres Verde o como contralto del Coro Francisco de Sande, entre otros colectivos.¿ Se puede pedir más?
La generosidad y el amor por Cáceres lo ha demostrado Pilar Bacas en numerosas ocasiones. la última el legado que deja, a través de la Diputación de Cáceres. Una documentación muy completa de sus investigaciones a lo largo de su vida, incluyendo estudios y obras diversas, ensayos y de ficción, y como estupenda cronista que era, toda una » hormiguita devoradora de datos», libros dedicados a lugares emblemáticos de la ciudad , que convenientemente ordenados en una veintena de cajas fueron donados en vida para formar parte del Archivo de la Diputación Provincial en un acto que tuvo lugar el pasado mes de noviembre con la asistencia de familiares y amigos, ya que ella no puedo asistir debido a su enfermedad.
La ciudad de Cáceres, sus espacios públicos, sus parques, el entorno de los Llanos, figuraban en el » obsesivo» afán de Pilar por un Cáceres mejor, más habitable, más vivible, más » verde». Cuentos, novelas, ensayos, estudios urbanísticos, todo un legado de una figura emblemática y ejemplar donde las haya que tanto ha aportado para generaciones actuales y futuras.
Un ejemplo que resume su trabajo tan prolífico y como defensora de unos espacios más verdes , sanos y humanos ha sido la publicación y reciente presentación en el Ateneo cacereño de la obra Un parque en las afueras, el Paseo Alto y sus alrededores, con afluencia masiva de familiares y amigos.
Al hilo de lo que acabo de expresar desde el sentimiento más profundo, desde el respeto más cabal, desde el cariño más intenso hacia nuestra querida Pilar Bacas, lanzo una petición a favor de un reconocimiento público a su figura y persona, para que su nombre y la trascendencia de sus trabajos se perpetúen. ¿Qué mejor que un Parque en su ciudad, en Cáceres? No se trata de méritos, que los atesoró a raudales, es que su legado quede perpetuado en un espacio de los que ella amó, respetó, defendió y divulgó hasta los última días de su óbito.
Que la tierra le sea muy leve. Un beso eterno, mi querida Pilarín…
